MALOS TRATOS EN UN MATRIMONIO LÉSBICO

Explotada por su esposa

Una foto publicitaria de Morgana.

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MAYKA NAVARRO
MADRID

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A duras penas la boa que adornaba su cuello conseguía cubrir los pechos de la talla 200,«naturales»,que exhibía como principal reclamo en sus anuncios eróticos de la prensa gallega. Morgana era su nombre artístico. Rosana Pereira da Silva, como en realidad se llama esta brasileña afincada en A Coruña, se encuentra en libertad con cargos acusada de un delito relativo a la prostitución después de ser detenida por la policía a finales de julio por explotar sexualmente a su mujer, Yolanda, una joven española con una discapacidad psíquica del 60%.

Yolanda se casó con Rosana por amor, asegura. Y la segunda se casó con la primera porque vio en la joven insegura e infantil la mejor opción para regularizar su situación en España, explica el entorno de la víctima, horrorizado tras descubrir el«infierno» en el que vivió Yolanda con su mujer.

La economía familiar

Las dos mujeres se conocieron hace dos años, cuando Rosana ejercía la prostitución en un piso de la zona de los Mallos, en A Coruña. En noviembre pasado se fueron a vivir juntas a un piso de la Travesía de la Cerca, donde la brasileña trasladó su actividad sexual. La situación económica de las dos era complicada. Yolanda cobraba una mínima pensión por su discapacidad y Morgana apenas tenía clientes. Así que decidió que la joven tenía que contribuir a la economía de la pareja prostituyéndose, por lo que la anunció en las páginas de contactos de la prensa local con el apodo de Kelly. La joven siempre declaró que se prostituyó obligada por su mujer, sin tener capacidad de valorar si quería o no hacer lo que Rosana le exigía que hiciera. Y tanto ella como algunas de las responsables de pisos en los que las dos mujeres trabajaron explicaron que todo el dinero que ganaba se lo quedaba la brasileña sin que Yolanda tuviera ni para comprarse tabaco.

Aun así, el pasado mes de abril se casaron y Rosana consiguió los papeles que le permitían permanecer legalmente en España.«Al principio todo iba bien. Mi hija me decía que era feliz y que las dos trabajaban dando masajes. Aunque nunca me lo creí», contó la madre de Yolanda a la policía.

No tardaron en llegar los malos tratos. Tras cada nueva paliza Yolanda huía de su casa y se refugiaba en la de su madre, que una y otra vez le suplicaba que abandonara a su esposa. Pero a la mañana siguiente, tras dormir en el hogar materno, la joven siempre regresaba con su pareja.«La tenía controlada y dominada», contó la madre. Hasta que tras uno de los recurrentes episodios de malos tratos, madre e hija denunciaron a la brasileña en una comisaría por violencia y lesiones. Una denuncia que todavía se encuentra en trámite, a pesar de que Yolanda la intentó retirar tras una de las reconciliaciones con su mujer.

Rumor creciente

La relación de las dos mujeres, que Rosana mandara sobre una esposa limitada en su capacidad de decidir, y que la joven fuera obligada a ejercer la prostitución, empezó a correr por ciertos ambientes de A Coruña. Y la noticia también llegó a los oídos de los investigadores de la unidad contra las redes de inmigración ilegal (Ucrif) de A Coruña.

Los policías encontraron la denuncia por malos tratos que había interpuesto la madre de Yolanda y empezaron a investigar. Rehicieron el recorrido que efectuaron ambas mujeres por pisos y clubs de alterne de la ciudad gallega y hablaron con otras prostitutas, quienes confirmaron los malos tratos y el dominio que Rosana ejercía sobre Yolanda. El titular del juzgado número 2 de A Coruña autorizó la detención de Rosana el pasado 28 de julio.

Ahora la joven Yolanda solo quiere olvidar lo que ha tenido que vivir y su intención es ingresar en un centro donde la ayuden con su trastorno. También quiere Yolanda dejar de consumir la cocaína que comenzó a tomar cuando empezó a prostituirse.