Juicio de un contagio fatal

Cuando la cantante Nadja Benaissa fue detenida, en abril del 2009, antes de una actuación en solitario en Fráncfort, el caso dejó estupefactos a los miles de seguidores de la banda femenina alemana No Angels. Se la acusaba de lesión física grave por haber contagiado el virus del sida a un hombre con el que mantuvo relaciones sin protección a pesar de saber que era seropositiva. Ayer comenzó el juicio en Darmstadt y lo hizo con la trágica historia y la confesión de la artista.

«Con 12 años entré en el círculo de amigos equivocado y empecé a tomar drogas. Con 14 años era adicta al crack sin saber siquiera lo que era y acabé en la calle. La relación con mis padres era muy mala entonces. A los 16 me quedé embarazada, y lo vi como una oportunidad para salir de aquel mundo»,explicó ayer ante el tribunal.

Test en el embarazo

Fue al hacerse un análisis durante el embarazo cuando descubrió que era portadora del virus. Su hija no llegó a nacer y, entre el año siguiente y el 2004, Benaissa mantuvo relaciones con al menos tres hombres sin protección y sin advertirles del riesgo, a pesar de que era consciente de que podía contagiarles. Uno resultó infectado, el demandante de 34 años que ayer declaró también en Darmstadt.«Me has causado tanto dolor», le reprochó el hombre, que aseguró que no buscaba dinero y que incluso llegó a ofrecerle su silencio a cambio de que confesara públicamente que era seropositiva y donara 100.000 euros a la lucha contra el sida.

La cantante, de 28 años, está siendo juzgada por un tribunal de menores, ya que cuando se produjo el primer caso del que se le acusa tenía 17 año. Aun así se enfrenta a una pena de entre 6 meses y 10 años de cárcel.«Quizá esta sea la oportunidad para dejar todo atrás. Lo siento de todo corazón»,decía ayer la cantante, que alegó que los médicos le aseguraron que las posibilidades de contagio eran casi nulas.

El juicio durará cinco días y durante la vista se espera que declaren los otros dos examantes de Benaissa y las demás cantantes de No Angels, que dan apoyo a su compañera. El grupo, una versión alemana de las Spice Girls, participó en el festival de Eurovisión en el 2008 y quedaron últimas.