El Vendrell y Calafell negocian con los inmigrantes del 'top manta' para que ocupen zonas poco turísticas

El Vendrell y Calafell (Baix Penedès) han accedido a negociar con los inmigrantes en situación irregular dedicados a la venta de mercancías falsificadas, conocido como 'top manta', para que se desplacen de los paseos marítimos ante el malestar de los comerciantes.

En declaraciones a Europa Press, tanto Benet Jané (CiU), alcalde de El Vendrell, como Jordi Sánchez (PSC), su homónimo en Calafell, han explicado que están dispuesto a negociar con los 'manteros' para regular su presencia en las calles.

"Nuestra obligación es regular la venta ambulante y evitar conflictos que deterioran nuestra imagen, y eso es lo que estamos haciendo", ha manifestado Jané, harto de reclamar refuerzos policiales a los Mossos d'Esquadra.

El enfrentamiento del año pasado

Según han explicado, ni El Vendrell ni Calafell están capacitadas para lidiar con un fenómeno de la envergadura del 'top manta', al contar con presupuestos y plantillas de Guardia Urbana insuficientes. Policías y 'manteros' mantuvieron un enfrentamiento el año pasado en El Vendrell, en el que se arrojaron piedras, botellas e incluso sillas ante los turistas.

Por ello, los municipios se centran ahora en desplazar a los vendedores ilegales a zonas alternativas más alejadas de los focos turísticos, dejando el control de los artículos falsos en manos de los Mossos y el de los papeles en manos de la Policía Nacional.

El Vendrell intenta desplazar la venta desde el puerto de Coma-ruga hasta el entorno de la plaza de la Lluna, en segunda línea de mar, y Calafell prueba de concentrar el 'top manta' en la plaza del Mil·lenari, ya en Segur, que a pesar de estar en el paseo marítimo se encuentra fuera de la zona más comercial.

Quejas de los artesanos

El alcalde de Calafell ha asegurado que no cobran "nada" a los vendedores ilegales por hallarse "en situación de supervivencia", mientras que en El Vendrell están estudiando aplicar una tasa para que los 'manteros' respeten las zonas pactadas.

Los comerciantes han expresado su alivio ante el fin de las persecuciones y peleas frente a sus establecimientos y tras la incapacidad para frenar el 'top manta', que prolifera también en localidades de la Costa Daurada central, como Salou, Cambrils o Miami Platja.

Por su parte, los partidos en la oposición en las dos localidades han apuntado la incapacidad de los equipos de gobierno para resolver lo que consideran un problema de orden público. Calafell también debe afrontar ahora la situación de los artesanos, que pagan más de 4.000 euros cada temporada por instalarse en el paseo, y que han visto un agravio comparativo en la decisión del Ayuntamiento de hacer la vista gorda con los inmigrantes.