INMIGRACIÓN

La llegada de pateras baja por la crisis y la mayor presión policial

Rescate de una patera en alta mar.

Rescate de una patera en alta mar. / periodico

MAYKA NAVARRO
MADRID

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El año pasado por estas fechas, hubo algún día en el que hasta 2.000 inmigrantes ilegales desembarcaban exhaustos en Canarias en apenas 24 horas. Un drama humano que un conjunto de diversos factores parece haber mitigado. La crisis económica, la contundente presión policial, y el buen resultado de los convenios con los países de origen que permiten una repatriación inmediata de los recién llegados han contribuido a que la avalancha de inmigrantes irregulares haya caído en picado en lo que llevamos de año. Un dato pone en evidencia el descenso: en casi ocho meses del 2010, solo han llegado a las costas de Canarias seis pateras con 20 inmigrantes. Y ni un solo muerto.

Las cosas están cambiando pero no por ello se puede bajar la presión policial. Lo aseguró ayer convencido el comandante Eduardo Lobo Espinosa, responsable del nuevo centro de coordinación con el que la Guardia Civil gestionará los efectivos terrestres y marítimos que dedica a la lucha contra el tráfico de personas. Y de paso contra el comercio ilegal de estupefacientes, ya que las mafias de las drogas utilizan en muchas ocasiones las mismas vías de entrada a Europa.

NO BAJAR LA PRESIÓN / En todo el año pasado llegaron a las costas españolas 7.299 inmigrantes. En lo que llevamos de año han llegado 1.334. Y aunque es cierto que el verano es el momento de más tránsito de pateras, los indicios con los que trabajan los especialistas indican que el descenso es muy considerable. A pesar de todo, el comandante Lobo insiste en la necesidad de mantener la presión: «Sigue habiendo miles de personas que esperan en ciudades como Dakar, en Senegal, el momento de embarcarse y partir. Simplemente están buscando el mejor momento para hacerlo y nosotros no les podemos poner las cosas fáciles», insistió durante la presentación en Madrid de la nueva sala de coordinación.

Hay otro dato que tampoco se le escapa a los responsables de la Guardia Civil y es que el drama humano de lo últimos años ha sido de tal calado que poca gente debe haber que no tenga a un conocido o familiar que haya muerto intentando llegar a Europa. Pero aún así, la gente lo sigue intentando, y el comandante destacó que se empieza a constatar que hay inmigrantes de Malí o Senegal que están intentando probar suerte cruzando por Grecia. Algo insólito hasta ahora, porque Grecia era puerta de entrada de inmigrantes asiáticos, pero no del norte de África.

La nueva sala de coordinación permite ver en tiempo real las imágenes que envían los diferentes sistemas de vigilancia con los que cuenta la Guardia Civil para el control del litoral. Desde sensores hasta cámaras en medios aéreos.