La investigación

Dos estudiantes de Tarragona están entre las 19 víctimas del Love Parade

CRISTINA BUESA / Barcelona
PAOLA ÁLVAREZ / Berlín

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Regresaban a su casa esta semana después de haber pasado unos meses de Erasmus en la Universidad de Münster. Eran de Tarragona, tenían 21 y 22 años y, atraídas por la fama internacional del Love Parade, el sábado recorrieron un centenar de kilómetros hasta Duisburgo con un grupo de amigos para bailar y divertirse. Las dos jóvenes, Clara Zapater Caminal y Marta Acosta Mendoza, murieron como consecuencia de la avalancha que se produjo en el túnel de acceso al recinto del festival. Todas las miradas están puestas ahora sobre los organizadores, a quienes se responsabiliza de no haber calibrado bien la cita masiva.

Las familias de las víctimas viajaron ayer por la tarde a Alemania para identificar los cuerpos y realizar los trámites de repatriación, según confirmaron fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores y Coo-

peración. Precisamente, el cónsul español en Düsseldorf, Manuel Viturro de la Torre, se encargó de prestar apoyo a los afectados. Recorrió los hospitales en los que estaban ingresados las decenas de jóvenes en busca de ciudadanos españoles. Entre las 19 víctimas, dos lo eran. Y entre los 342 heridos, había otros dos españoles que estaban igualmente cursando un Erasmus en Münster.

DUELO GENERALIZADO / Estos dos chicos fueron dados de alta ayer mismo. Además de los crespones que colgaron sus amigos en Facebook y los mensajes de impotencia y tristeza que escribieron en la red, el duelo por las dos estudiantes catalanas también se dejó sentir en su universidad de acogida, Münster, donde habían pasado dos semestres. La oficina de intercambio de estudiantes convocó a los alumnos de Erasmus a mediodía de ayer por si necesitaban ayuda de cualquier tipo.

Y mientras ocurría esto en la universidad, en Duisburgo se hacía balance de lo sucedido. Las incógnitas se van despejando muy lentamente. Además de las dos tarraconenses, murieron en la estampida 11 alemanes y ciudadanos de Italia, Australia, Holanda, China y Bosnia, todos ellos de entre 20 y 40 años. En una rueda de prensa muy tensa, los organizadores de la Love Parade, además de responsables políticos y policiales dieron algunos detalles de la catástrofe, aunque en varias ocasiones se escudaron en la investigación que está en marcha para eludir las respuestas. Esta actitud les valió las críticas de los periodistas, que la tildaron de farsa.

NO ESTABA LLENO «DEL TODO» / El festival había asegurado que había 1,4 millones de visitantes. Y, según se supo ayer, el recinto de la antigua estación de mercancías de Güter solo tenía capacidad para 300.000 personas. Eran 120.000 metros cuadrados y una única vía de acceso: el túnel fatal. «En las imágenes aéreas podrán ver que el recinto no estaba lleno del todo en el momento de la catástrofe», se defendió el jefe de la policía local, Detlef von Schmeling.

Entonces, ¿qué ocurrió? Las investigaciones siguen en marcha pero Von Schmeling sostuvo ayer que las muertes no se produjeron dentro de la galería de 200 metros de largo y 30 de ancho como se sostuvo en un primer momento, sino en la rampa que se situaba a la salida del mismo y que servía de acceso al festival. Según esas mismas fuentes, 14 de las 16 personas que murieron allí (otras tres fallecieron en el hospital) perdieron la vida al intentar salir del lugar utilizando una escalera de emergencia en desuso, de la que se habrían caído.

Las otras dos víctimas fueron descubiertas junto a un cartel de publicidad. Los heridos y fallecidos, según defendieron, eran personas que intentaban abandonar el lugar por sus propios medios encaramándose por contenedores, mástiles o la propia montaña.