La llegada de aire tórrido de África dispara el termómetro hasta los 40º

Ya hace calor, pero hará más. Y así será durante bastante tiempo, al menos hasta el fin de semana. Lenta pero implacable, ayer comenzó a entrar por el sur de España una masa de aire caliente procedente de África que ejercerá toda esta semana un efecto sofocante en casi toda la Península. Mientras que en Córdoba y Badajoz ya se alcanzaron ayer los 40 grados, el aire desértico irá subiendo poco a poco hacia el norte hasta alcanzar Catalunya entre mañana y el jueves y prolongará su efecto hasta el sábado, con temperaturas en el interior (sobre todo en la zona de Lleida) que se instalarán en los 400.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) adelantó ayer los avisos para los próximos días, entre los que destacan el riesgo importante de alcanzar temperaturas por encima de los 40º en Andalucía y Extremadura y el riesgo moderado para Castilla-La Mancha, Castilla y León, Aragón y amplias zonas de las provincias de Lleida y Tarragona. En esta última, ayer ya hubo 370 en Vinebre (Ribera d'Ebre) y 360 en Alcover (Alt Camp).

Pese a la llegada de la primera ola de calor de este verano, ni el Servei Català de Meteorologia (Meteocat) ni el Centre de Coordinació Operativa de Catalunya (Cecat) han seguido de momento el ejemplo de Aemet y no han activado ninguna prealerta ni ningún plan de protección civil por las temperaturas elevadas. El Meteocat emite aviso de situación meteorológica de riesgo por temperatura extrema cuando la máxima diaria supera el 98% de los datos históricos registrados; la cota está establecida en 340 en el litoral y 380 en el interior. La advertencia de ola de calor se da cuando se rebasa ese nivel durante tres días seguidos.

MÍNIMAS MUY ALTAS / En el sur y el centro de España ya se han tomado medidas ante la canícula que llega. Ayuntamientos como Segovia y Salamanca y la Comunidad de Madrid han activado sus alertas de precaución, avisando a la población –sobre todo a los colectivos más vulnerables como enfermos, personas mayores y niños pequeños– de que no se exponga al sol entre el mediodía y las seis de la tarde. Sevilla ya decretó la alerta la semana pasada y, tras una breve tregua el fin de semana, los servicios de emergencia volvieron a activar ayer la alerta naranja por el calor que viene.

Además, la sensación de sofoco aumenta porque durante la noche los termómetros apenas logran bajar de los 25 grados, un fenómeno que ya se está produciendo estos últimos días también en el centro de Barcelona, donde el calor acumulado hace difícil que la ciudad se refresque de noche. En el observatorio del Raval, por ejemplo, la diferencia entre la temperatura máxima (280) y la mínima (240) fue ayer de solo cuatro grados, una diferencia casi inapreciable.

DESDE SANT JOAN / Barcelona, igual que el resto de Catalunya, sufrirá el jueves el día más caluroso, aunque en el litoral y prelitoral las temperaturas no pasarán de los 350, según las previsiones. Aun así, la costa ya lleva una racha desde el día de Sant Joan en la que los termómetros no bajan de los 300 y, a excepción de algunos pequeños chubascos muy aislados, en la mayoría de las comarcas no ha caído ni una gota de lluvia desde hace tres semanas.

Donde más se sufrirá la llegada del aire africano será en el interior. Sin llegar a los 420 que se esperan en Andalucía y Extremadura, tanto en torno a Lleida como en el valle del Ebro se espera una larga semana de calor en la que el mercurio no bajará de los 350 y podría superar el jueves los 380.

De momento, sin embargo, la ola de calor no parece que vaya a alcanzar las temperaturas que se produjeron a mediados de agosto del año pasado, cuando, por ejemplo, la ciudad de Barcelona resopló durante cuatro días consecutivos e interminables bajo temperaturas de entre 340 y 370. Aunque la semanaafricana que viviremos ahora no se quedará muy lejos de esos valores.