Apaleados en Francia miembros de la 'colla' Xicots de Vilafranca

Lacolla castelleraXicots de Vilafranca, de Vilafranca del Penedés, sufrió el pasado sábado una agresión en la localidad francesa de Baó, a 10 kilómetros de Perpinyà, adonde había acudido para participar en una jornada que reivindica los valores culturales y la identidad catalanes en el sur de Francia. Parte del centenar de personas que participaron en el viaje fueron atacadas por un grupo de una veintena de jóvenes en el campamento instalado en el campo de fútbol. A causa del ataque, tres personas resultaron heridas de distinta gravedad. «Fue brutal y gratuito», declaró Carles Adell, presidente de la entidadcastellera.

Las víctimas fueron loscastellersmás pequeños y sus padres, que dormían en las tiendas de campaña mientras el resto de miembros de lacollase encontraban en el pueblo viendo una actuación de bailes populares. El grupo de agresores

–«borrachos y posiblemente drogados», según Adell– sacaron a rastras de las tiendas a la gente que estaba durmiendo y «apaleó sin contemplaciones a todo el mundo». Tal fue la situación de violencia gratuita que los vándalos «incluso se pegaron entre ellos y también fueron a la plaza, a provocar y a buscar pelea» con el resto de miembros de lacolla, narró Adell.

FRACTURAS Y CONTUSIONES El herido más grave es el padre de uno de los niños pertenecientes a lacolla, que ha sufrido fracturas y contusiones en la cara. «Pegaron incluso a los niños, y a las madres delante de sus hijos. Están todos muy afectados», declaró el presidente de los Xicots de Vilafranca. A pesar de la «violencia extrema contra familias pacíficas que dormían», la policía, tras el ataque, «se limitó a decir que no podía garantizar la seguridad», añadió Adell. Después de pasar el resto de la noche en el local de lacolla

castellera anfitriona, la expedición catalana regresó a casa el domingo sin actuar.

Adell insinuó ayer que la agresión tiene motivación política ya que, afirma, en la zona «no está bien visto» por parte de algunos que se promocione la «identidad catalana». «La gente del pueblo nos contó que esos jóvenes ya habían dado otras palizas por motivos racistas», declaró Adell. Según Hervé Pi, de lacolla Aire Nou de Baó (organizadores del encuentro), los atacantes eran un grupo de entre 20 y 30 jóvenes cuyas edades oscilan entre los 16 y los 25 años. «Son jóvenes del pueblo de Baó y de los alrededores, algunos han sido identificados», indicó. También comentó que no todos son conocidos porque la población, de 3.000 habitantes, se ha convertido en los últimos años en una zona dormitorio de Perpinyà.