'CONSELLERA' DE SALUT DE LA GENERALITAT

Marina Geli: «Las cifras de abortos van a descender a partir de ahora»

Marina Geli, al término de la entrevista, el pasado jueves en la sede de la Conselleria de Salut, en Barcelona.

Marina Geli, al término de la entrevista, el pasado jueves en la sede de la Conselleria de Salut, en Barcelona.

ÀNGELS GALLARDO
BARCELONA

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–A partir de mañana, el aborto deja de ser una práctica despenalizada y pasa a ser un derecho sanitario. ¿Era necesario el cambio?

–Sí, lo era. Aunque en algunas comunidades ya se le incluía en la cartera de prestaciones públicas (Andalucía lo financiaba y Catalunya pagaba algunos casos), el aborto permanecía en la ambigüedad. Ahora será un derecho efectivo con financiación pública.

–La ley la ha elaborado el Ministerio de Igualdad. Teniendo en cuenta la información y los recursos que existen en España para no quedar embarazada si no se desea, ¿considera que el aborto aún es un hecho liberador de la mujer?

–Sí. Sigue siendo un derecho de las mujeres, que han de poder decidir. Y un hecho liberador. La mayoría no querría tener que llegar a decidir sobre esto, pero es un tema en el que siguen estando solas. Aún se esconden y deciden en soledad qué hacen con su embarazo. Hemos de garantizarles ese derecho.

–Aún es algo que se oculta.

–Sin duda. Si el aborto estuviera normalizado, los hospitales públicos lo estarían haciendo desde hace años, y no es así. La sociedad no quiere hablar de este tema, aunque sabe que existe. La política, en esto, va por delante de la sociedad.

–¿En qué beneficiará a las mujeres la nueva ley?

–Las desculpabiliza del hecho de interrumpir una gestación, y les pone más claras y fáciles las alternativas para hacerlo. Ese es el cambio sustancial: ya no han de alegar que tener un hijo les causa un problema psíquico. Esa facilitación para acceder a los recursos es compatible con hacer prevención. Con evitar esos embarazos.

–¿Es lo que pretenden con la web Sexe Jove, que critica el obispado?

–Sí. Y es una web eficaz. Los cambios sociales son lentos. Las cifras de abortos no han dejado de crecer. Si no tuviéramos herramientas como esa web, no sé dónde estaríamos.

–¿Cuesta más evitar un embarazo no querido que abortar?

–Es lo más difícil, pero ese es nuestro objetivo fundamental. La nueva ley no es un reglamento del aborto, sino una ley de salud sexual y reproductiva: ese es su nombre. Yo creo que vamos a conseguir frenar la incidencia de embarazos no deseados. Estoy convencida de que las cifras de abortos descenderán a partir de ahora.

–¿Cómo lo conseguirán?

–Los recursos que incorporamos se dirigen a esos pasos previos, a que las mujeres practiquen una sexualidad responsable. Pretendemos que con la incorporación del servicio telefónico Sanitat Respón haya menos embarazos no queridos.

–¿Qué ofrecerá ese servicio?

–Si han pasado menos de 48 horas desde que la mujer ha mantenido una relación sexual que puede acabar en embarazo no deseado, le ofreceremos toda la red sanitaria para que opte por lo que le sea más fácil: una píldora anticonceptiva de emergencia, que no es abortiva.

–¿Y si ya hay embarazo?

–Se le indicarán los centros donde pueden informarse para abortar o para mantener el embarazo, si quiere. En este caso, le dirán qué ayudas existen para cuando nazca su hijo. En uno u otro caso, la mujer deberá reflexionar durante tres días antes de tomar una decisión.

–¿Tres días?

–Lo dice la ley, y no solo para las muy jóvenes, sino para todas. Es una medida internacional, con la que ahora nos homologamos.

–El Tribunal Constitucional ha admitido un recurso del PP contra la ley. ¿Qué ocurrirá?

–Lo sabremos dentro de pocos días.Durante la discusión de la ley, ya se nos acusó de promocionar el aborto. Son los mismos individuos que cuando gobernaron con mayoría absoluta no modificaron la ley anterior. Estamos, de nuevo, ante un movimiento táctico del PP.

–¿Parará el Constitucional la aplicación de la ley?

–No lo sé, pero eso crearía un gran problema social. Las comunidades gobernadas por el PP, en especial Madrid, Valencia y Murcia, encabezan las cifras de abortos anuales. La recusación ha sido una excusa para abrir un debate moral.

–¿Cuestionan la ética?

–Exacto. El PP quiere tratarnos de inmorales. Es muy injusto. La ley es ética. Y nosotros también. No queremos embarazos no deseados, pero, cuando existen, la mujer ha de poder decidir qué hace, y hemos de acompañarla en ese proceso.

–Las jóvenes de 16 y 17 van a decidir si abortan o no.

–Si. Estoy totalmente de acuerdo con la ley. Es razonable. Esas jóvenes han de decidir si mantienen o no su embarazo, pero, si viven en familia, entiendo que es bueno que en esa decisión estén acompañadas por sus padres o por su núcleo familiar. La defensa de la familia no es patrimonio de la derecha.