Los efectos de la crisis

La cifra de pobres atendidos por la Cruz Roja se triplica en un año

RAFA JULVE / Barcelona

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La pobreza está creciendo en Catalunya impulsada por la crisis «y no hay datos que demuestren que la situación vaya a mejorar» en los próximos meses. El presidente de la Cruz Roja en esta comunidad autónoma, Josep Marquès, concluyó ayer con estas palabras la presentación de la memoria anual de la entidad. Y razones tuvo para esgrimir tamaña contundencia: durante el 2009, los programas de intervención social de la oenegé, es decir, las actuaciones destinadas a cubrir las necesidades básicas de ciertos sectores de la población, dieron apoyo a 197.400 ciudadanos, el triple que en el 2008.

Katia Podda es una de las 14.024 personas que en el último cuatrimestre del año pasado se beneficiaron de una iniciativa que la oenegé ha recuperado después de dos décadas sin tener que ponerla en marcha: los «kitsde apoyo social». Paquetes con comida, productos de higiene y material escolar que han ayudado mucho a esta italiana de 35 años y madre de un niño. Gracias a la Cruz Roja ha podido seguir adelante; se ha convertido en auxiliar de enfermería y está buscando trabajo.

NUEVOS PERFILES / Situaciones como la de Katia son cada vez más frecuentes, y no solo entre los colectivos que tradicionalmente requerían de este tipo de ayudas (inmigrantes, familias desestructuradas y personas mayores con pensiones míseras). Coincidiendo con lo que también han detectado otras organizaciones como Cáritas, a la Cruz Roja están acudiendo «nuevos perfiles de usuarios; personas que hasta ahora hacían sus vacaciones, sus viajes... y que ya no pueden hacerlos» porque, en el mejor de los casos, se han quedado sin trabajo, advirtió Marquès.

Pese a que, como explicó Miquel Sunyer, presidente de Cruz Roja en Tarragona, «hay ciudadanos autóctonos que tienen vergüenza» de admitir que se encuentran en una situación desesperada, la crisis también ha golpeado con tal ímpetu a este sector de la población que muchos niños de familias no inmigrantes se han apuntado a las clases de refuerzo que ofrecen los monitores de la entidad tres días a la semana porque sus familias no se las pueden pagar en centros privados. «El año pasado participaron 500 alumnos en total y en el actual prevemos llegar a los 600», afirmó Sunyer.

AUMENTAR LA PARTIDA / Este año también ha sido necesario aumentar la partida del programa de alimentos de la Unión Europea, puesto que en el 2009 llegó a 102.745 personas (se repartieron 4.019 toneladas de víveres) «y no hubo suficiente», admitió Marquès. Además, el dirigente de la entidad anunció que otra de las áreas dirigidas a paliar los daños de la crisis, la del programa de ocupación, atendió a 9.847 usuarios, un 72% más que en la temporada anterior. Muchos de ellos encontraron trabajo con el apoyo de la Cruz Roja. Este año, admitió Marquès, hay muchas probabilidades de que el porcentaje de éxito sea menor.