RETROCESO DE LA NATALIDAD

Los nacimientos caen en Catalunya por primera vez en una década

RAFA JULVE / ALBA G. LAGUNA
BARCELONA

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Incluso las embarazadas que no dejan de ver por la calle mujeres en su mismo estado lo tendrán más difícil para seguir manteniendo esta percepción. La crisis ha vuelto a demostrar sus consecuencias demográficas: los nacimientos cayeron un 4,85% el año pasado en Catalunya respecto del 2008 y se situaron en 84.914, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Por supuesto, el terremoto económico y sus efectos (entre ellos, el regreso a sus países de muchas inmigrantes y el descenso de la llegada de extranjeros) son los principales causantes de que nazcan menos niños. Pero no los únicos, porque también empieza a notarse una tendencia que se acentuará en los próximos años: parte de las mujeres autóctonas nacidas en el baby boom de los años 70 ya han tenido la descendencia deseada o ya han empezado a alejarse de la edad más fértil, dando paso a una generación mucho menos numerosa de potenciales madres.

Desde 1998, cuando hubo 56.831 nacimientos (76 menos que en 1997), Catalunya no había experimentado ningún descenso de la natalidad. El aumento de la población y la bonanza económica propiciaron que cada año nacieran 2.000 o 3.000 niños más que en el anterior. Hasta el punto que en el 2008 vinieron al mundo 89.249 bebés, una cifra que no se registraba desde 1979 y que será difícil de volver a alcanzar a corto plazo.

VARIABLES NEGATIVAS / Como recuerda Daniel Devolder, experto del Centre d'Estudis Demogràfics de la Universitat Autònoma de Barcelona, los últimos números ofrecidos por el INE muestran una situación demográfica similar a la de los años 2006 y 2007, por lo que ese descenso del 4,85%, que coincide prácticamente con la media española, «no sería enorme si fuera ocasional». El problema, matiza, sería considerable si la dinámica se prolongara mucho en el tiempo, a la vez que admite que hay una serie de variables que, como mínimo para el año que viene y el siguiente, no contribuirán en nada a rejuvenecer la pirámide poblacional.

Y no habla del tijeretazo del Gobierno español que pondrá fin a partir del próximo 1 de enero al cheque-bebé de los 2.500 euros. Habla de la crisis que ha disuadido a muchas personas de tener descendencia y que ha generado una fuerte bajada de la natalidad, sobre todo entre las inmigrantes, con una caída de entre el 15% y el 20% en los colectivos de rumanas, bolivianas y ecuatorianas.

CONCILIACIÓN LABORAL Y FAMILIAR / Con estas perspectivas y con una tasa de fecundidad de 1,53 hijos por mujer, Catalunya (y España, con 1,40) se alejan aún más del reemplazo generacional, establecido en 2,1 descendientes por ciudadana. Una brecha que podría agrandarse con la crisis «pese a que es muy difícil hacer pronósticos», advierte Devolder.

En principio, el hecho de que algún miembro de la pareja se haya quedado sin trabajo es muy probable que obligue a descartar tener hijos de momento, pero a la vez, y aunque sea más infrecuente, puede animar a tenerlos porque uno de los padres disfrutaría de más tiempo para criarlos. «Es muy importante fomentar la conciliación laboral y familiar para que aumente la natalidad», insiste el experto del Centre d'Estudis Demogràfics, con lo cual es muy difícil encontrar muchos ánimos de procreación en aquellas personas que se han visto obligadas a hacer más horas en el trabajo por miedo a perderlo o que viven más estresadas por el mismo motivo.

ESCUELAS Y PEDIATRAS / ¿Obligará este panorama parco en nacimientos a tomar medidas al Departament d'Educació de la Generalitat? Según fuentes de esta conselleria, los datos del año 2009 no bastan por sí solos para modificar las previsiones en esta materia: «Un descenso de nacimientos del 5% en un año puntual no es preocupante si tenemos en cuenta que en el periodo que va de los años 2003 al 2009 Catalunya experimentó un incremento de 192.000 alumnos, a razón de unos 15.000 cada año». En este sentido, «lo importante es prestar atención a cuál será la tendencia a largo plazo». «Los niños empiezan la escolaridad a los 3 años, y eso da cierto margen a los centros, que tienen muy en cuenta las tasas de natalidad y los empadronamientos para modular la oferta de plazas», explica la fuente consultada.

¿Y en pediatría? En opinión del doctor Vicente Molina, presidente de la Associació Catalana de Pediatria, «siempre han faltado pediatras» en esta comunidad, «pero como no hay ningún estudio detallado que diga cuántos especialistas hacen falta, no se puede saber con exactitud si el descenso de la natalidad compensará la carencia de pediatras».