Una flamante infraestructura

Montilla considera Lleida el primer paso del futuro mapa aéreo catalán

Montilla, Nadal, Piqué, Benach y Carod (tapado), tras el aterrizaje ayer en el aeropuerto de Alguaire.

Montilla, Nadal, Piqué, Benach y Carod (tapado), tras el aterrizaje ayer en el aeropuerto de Alguaire.

CRISTINA BUESA
VUELO BARCELONA¿ALGUAIRE

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Un «modelo aeroportuario propio». Suena grave, importante, y es lo que ayer defendió elpresident. Catalunya articulará un sistema de aeropuertos en red y la primera pieza de ese puzle serán las instalaciones de Lleida. José Montilla voló desde El Prat, paradigma de los deseos de gestión de la Generalitat, hasta Alguaire y, al aterrizar, proclamó que el aeropuerto inaugurado ayer es un paso en esa dirección. Pero no será el último, avisó: «Los otros vendrán a continuación».

Los «otros» son Girona, Reus y Sabadell, pero también Barcelona. En el primer caso, está en alguna página de la agenda política su traspaso, tal como marca el Estatut. En el segundo, del que la controvertida carta catalana no se pronuncia, está ahora sobre la mesa la mayor o menor participación del Govern en sus órganos de gestión.

Montilla recordó lo que ya había dicho el martes, que lo que propone el Ministerio de Fomento es todavía «francamente insuficiente». Es tan solo un «punto de partida», admitió, pero no se aceptará hasta que se alcance un «acuerdo satisfactorio».

Esa declaración de intenciones no hizo mover ni una ceja a los altos cargos de AENA que asistían al acto inaugural. Su presidente, Juan Lema, y el director del aeropuerto barcelonés, Fernando Echegaray, entre otros, habían acompañado alpresidenty al resto de autoridades en el singular trayecto y ya conocen de sobras los deseos de la Generalitat. El Govern ha proyectado, construido y ahora gestionará por primera vez un aeropuerto.

20 MINUTOS DE VIAJE / Pero las palabras de Montilla eran las que cerraban el acto. Antes de eso, se habían estrenado con toda la euforia las instalaciones con el primer avión que pisaba los 2,5 kilómetros de la pista de Alguaire con 107 personas a bordo. El Airbus A320 despegó de El Prat cuando faltaban ocho minutos para el mediodía y, después del preceptivo viraje sobre el mar para evitar Gavà Mar y Castelldefels, encaró el camino hacia la llanura de Lleida con un andorrano y un leridano al frente de la nave. «Serán 20 minutos de vuelo efectivo», informó el comandante Osward Foguet. El viaje duró un poco más pero fue por las dos pasadas rasantes que se realizaron frente a la terminal para celebrar el estreno del aeropuerto.

BAUTIZO DE LOS BOMBEROS / El controlador de AENA Antonio Gil, un entusiasta de los festivales aéreos, fue el encargado de autorizar el aterrizaje del avión prestado por Vueling, la primera compañía que explotará comercialmente Alguaire a partir del 5 de febrero. Antes de detenerse en la pista, los bomberos regaron el aparato con su manguera, una forma de dar la bienvenida al vuelo inaugural entre Barcelona y Lleida, que probablemente no se repetirá nunca más.

Las maniobras rasantes y el bautizo laico fueron seguidos con absoluta devoción por los cientos de vecinos de la zona que se acercaron al Pla del Sas para ver el estreno de su aeropuerto. Desde las nueve de la mañana –y el Airbus no tomó tierra hasta las 12.30 horas, entre unas cosas y otras– había comenzado a llegar gente. Los primeros pudieron aparcar en alguna de las 400 plazas de aparcamiento, pero el resto se situaron como pudieron en los márgenes de las carreteras de acceso.

NUEVA PUERTA A CATALUNYA / Estos entregados visitantes no pudieron acceder a la reducida terminal del aeropuerto ya que esta estaba copada por los invitados. Se habían cursado unas 800 tarjetas y alrededor de medio millar acudieron a la cita. Miembros del Govern, alcaldes, concejales, empresarios, representantes de la sociedad civil celebraron con sonrisas de oreja a oreja y palmaditas en la espalda la culminación de una aspiración.

Uno de los más pletóricos de la jornada fue el alcalde de Lleida, Àngel Ros (PSC), que precedió en la palabra alpresidentMontilla. Recordó que en 1850 llegó el primer tren a Catalunya a través de Lleida y que, en el 2003, pasó lo mismo con el AVE, convirtiéndose así en puerta de acceso desde el exterior. Ros comparó esos dos hitos con el estreno del aeropuerto, «una entrada a España, Europa y el mundo».

Lleida ya tiene aeropuerto y en tres semanas comenzará a funcionar. La clave está ahora en atraer público y que sea realmente el primer eslabón del mapa aeroportuario al que aspira la Generalitat.