Reforma de la dispensación de medicinas

150 farmacias dejarán de hacer guardia por el cierre de urgencias

ROSA MATAS
LLEIDA

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No hay ningún documento firmado, pero sí un acuerdo entre los colegios de farmacéuticos de las cuatro provincias catalanas y la Conselleria de Salut. Unas 150 farmacias de Catalunya, bastantes de ellas de pueblos pequeños, dejarán de hacer guardias por la noche y los fines de semana, según avanzó ayer Salut a EL PERIÓDICO. El cierre del servicio nocturno de numerosos CAP ha sido el detonante de la decisión, si bien ya antes del tijeretazo sanitario había una masa significativa de boticas, sobre todo rurales, que reclamaban quedar exentas de este servicio.

Se trata, según Neus Rams, subdirectora general de Farmàcia i Productes Sanitaris de la Generalitat, de adecuar la atención farmacéutica urgente a la atención médica urgente. «Algunas farmacias van a dejar de estar obligadas a estar de guardia las 24 horas porque no tienen un servicio de atención médica cercano las 24 horas», resume.

UN MAPA VIVO / Reconoce Rams que «hace tiempo que se recibían quejas de los farmacéuticos porque tenían que hacer muchas guardias y decían que no les salía a cuenta», y precisa que el plan, que se implantará en los próximos meses, va más allá de las zonas rurales. Para el Govern, prosigue Rams, las guardias eran parte del servicio de las farmacias, pero en el momento en que empezó a concentarse la atención médica urgente se vio que también se podía concentrar la farmacéutica.

Salut está elaborando el mapa de las farmacias liberadas, en el que por ahora figuran 149 establecimientos. Para reestructurar las guardias laconselleria, cuenta Rams, actúa «caso por caso y municipio por municipio, y respetando los criterios que establece el decreto de 1996 que regula la actividad». Será, además, un mapa vivo. «A medida que se vayan concentrando urgencias médicas, se irán concentrando también las urgencias farmacéuticas», advierte la subdirectora general, que cifra en 3.090 las farmacias de Catalunya.

«Es posible adecuar la atención farmacéutica urgente a la atención médica urgente sin que haya una merma de la atención global sanitaria», sostiene. La subdirectora general se muestra convencida de que en los municipios pequeños, en los que el farmacéutico suele vivir allí mismo, la profesionalidad va a impedir que nadie quede sin atender.

«En Lleida la medida afectará a unas 50 farmacias», asevera Josep Aiguabella, presidente del Col·legi de Farmacèutics de Lleida y vicepresidente del Consell de Col·legis Farmacèutics de Catalunya. Los enfermos, explica, compran en las farmacias de guardia de la localidad donde son atendidos de urgencia.

COLEGIOS CONFORMES / Aiguabella cuenta que los farmacéuticos de pueblos hacen guardias de siete días cada seis o doce semanas, en función de la zona, y muchas noches no venden prácticamente nada. Con el nuevo sistema estas farmacias quedarán eximidas de las guardias y las boticas de las poblaciones grandes, donde se concentran las urgencias médicas, seguirán atendiendo por la noche y los fines de semana como hasta ahora.

Los colegios de farmacéuticos de Tarragona y Barcelona mantuvieron ayer reuniones para terminar de perlifar sus aportaciones al plan, con el que están por completo de acuerdo. Andreu Suriol, presidente del colegio de Tarragona, estima que unas 25 farmacias de la provincia abandonarán las guardias, informaJ. M. Plana. Son comercios situados sobre todo en áreas rurales y en zonas donde no hay CAP nocturnos. «Si no hay prescriptor, es absurdo que haya dispensador», argumenta Suriol. María Calvo, secretaria de la junta de gobierno del Col·legi de Farmacèutics de Barcelona, se expresa en el mismo sentido, informaFede Cedó.«No tiene sentido la dispersión de farmacias de guardia si la sanidad tiende a concentrar el servicio de urgencias», opina Calvo.

PRESERVATIVOS / En Tarragona la supresión de guardias no se descarta en zonas urbanas «si no son rentables». Suriol advierte de que «si sigue bajando el margen de beneficio de las medicinas, al final el cliente tendrá que pagar un plus según el horario, tal como ya se hace en Austria».

Para Paco Mateo del Pozo, presidente de la Associació de Farmacèutics Rurals de Catalunya y propietario de una botica en Vinebre (Ribera d'Ebre), es razonable que las farmacias de pueblos como el suyo de 400 habitantes no hagan guardias. «Si no hay un médico, ¿para qué vamos a estar de guardia, para vender algún preservativo?», se interroga.