Altruismo que salva vidas

Donantes de élite

ÀNGELS GALLARDO / Barcelona

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La cultura altruista, muy arraigada en España, de acudir periódicamente a los bancos de sangre y ofrecer medio litro de glóbulos rojos, plasma y plaquetas, a cambio de un zumo de frutas y unas madalenas, permite que los hospitales dispongan de forma estable de este material biológico imprescindible. Cerca de 200.000 ciudadanos de Catalunya -exactamente, 198.457 en el 2011- ofrecen, de forma estable, esos 500 mililitros de sangre una o dos veces todos los años. Entre ellos, destaca un núcleo de donantes de excepción, denominadosdonantes de élite en el mundo sanitario, cuya tipología sanguínea es rara, difícil de encontrar y por eso mismo valiosísima cuando un receptor compatible la precisa para salvar la vida.

Esos individuos, cerca de un millar de personas en Catalunya, han autorizado que se les clasifique, y destacan por la generosa disponibilidad e inmediatez con que se presentan en el centro que los requiere en situaciones de emergencia. «Son donantes muy valiosos, alguno con sangre hiperextraordinaria, muy apreciada», explica el doctor Lluís Puig, director de la división hematológica del Banc de Sang i Teixits, central receptora de todas las captaciones sanguíneas de Catalunya. «Son personas muy fieles, que siempre están localizables -añade-. Los llamamos, y cinco minutos después están aquí donando sangre».

A ellos se suman otros 4.700 individuos, también considerados excepcionales, que donan sangre tres (las mujeres) o cuatro (los hombres) veces al año, el máximo que autoriza la legislación española cuando se trata de ceder todos los componentes sanguíneos. La donación selectiva de plasma -proteínas y agua, sin el resto de componentes sanguíneos- puede repetirse una vez al mes ya que, a diferencia de cuando intervienen los glóbulos rojos, el organismo restablece sus niveles óptimos en pocos días. «Los glóbulos rojos no se recuperan tan rápidamente, y de ahí que la ley regule un máximo de donaciones anuales», afirma Puig.

Esa generosa oferta se tradujo en el 2011 en la captación de 293.995 bolsas de sangre, de 500 mililitros, de las que 11.614 correspondieron a plasma o plaquetas, un material muy apreciado que se destina a la producción de hemoderivados, las sustancias de la sangre que, una vez estabilizadas, se utilizan en el tratamiento de deficiencias inmumológicas o enfermedades de la sangre. En total, los 5.600donantes de éliteregistrados por el Banc de Sang i Teixits ofrecieron 18.548 donaciones en el 2011. De ellos, 3.855 son mujeres y 1.740, hombres, de 35 a 55 años.

Unos acudieron al punto de extracción por iniciativa propia. A otros, los poseedores de sangre con antígenos muy inusuales, se les requirió en situaciones de emergencia o bien facilitaron parte de su sangre para que fuera congelada en previsión de accidentes o urgencias. «La sangre habitual no la congelamos, porque es un proceso carísimo y muy lento», explica Puig.

EVITAR RECHAZOS / Los glóbulos rojos de la sangre contienen decenas de antígenos distintos. Esos antígenos -protenías de la membrana de las células sanguíneas- estimulan la producción de anticuerpos, unas partículas de defensa que actúan cuando la sangre entra en contacto con virus o bacterias que la infectarían o intoxicarían. Algunos antígenos se encuentran en la sangre de más del 90% de la población, y no es difícil encontrar para ellos una donación sanguínea que les sea compatible.

Otros antígenos se encuentran en un 75%, o en un 50%, o en un 0,1% de la población... Estos últimos, portadores, por ejemplo, del antígeno RH negativo, A negativo u O negativo, únicamente pueden recibir sangre nutrida con ese mismo tipo de productores de anticuerpos. En caso de recibir antígenos que le son ajenos, el cuerpo destruye en pocas horas los glóbulos rojos que se le han trasfundido, inutiliza los hematíes y, en algún caso, da lugar a una peligrosa reacción generalizada.