Gestos en Rodalies

Ser ministra de Fomento oconseller d'Obres Públiquescon la actual restricción presupuestaria debe ser triste. Vienes de una época de vacas gordas, de proyectos e inversiones multimillonarias, e incluso faraónicas, y te topas con la dura realidad de poner el freno de mano y parar en seco obras e infraestructuras. En el caso catalán, la realidad es doblemente dura porque quien tiene la paella inversora por el mango es Madrid. Entonces, lo poco que te queda es planificar, ser muy selectivo con el escaso presupuesto y hacer política de gestos. En este último sentido, lo del conseller Lluís Recoder(@lluisrecoder) es de manual. Acaba de hacerun gesto que demuestra firmeza, aunque la efectividad sea relativa o nula. Renfe (im)pondrá al director en Catalunya, pero la Generalitat ha logrado lanzar el mensaje queRodaliesno es lo mismo que lasCercaníasen cualquier otro lugar. Es de las pocas ocasiones en que el Govern ha sido fuerte con una institución más fuerte. El menosprecio e incumplimiento del Estado con la inversión prevista -solo el 6,9% de los 4.000 millones hasta 2015- es clamoroso en Catalunya. Dice el diputado convergenteJosep Rull(@joseprull) que lo único que han hecho es poner el logo de la Generalitat y la marca Rodalies, pero mejoras en el servicio y las infraestructuras nada. No estará de acuerdo el exconsejeroJoaquim Nadal(@quimnadal), que sudó lo suyo antes de conseguir que Madrid, cuando gobernaba el PSOE, cediera la titularidad ferroviaria a la administración catalana. Sea como fuere, Recoder puede sacar pecho ahora con más exigencia que nunca antes pudo hacerlo la Generalitat.