PRESIDENTE DEL CLUB DE FÚTBOL C.P. SARRIÀ

Josep Calderó: «Cuando salió el 'gegantó', lloré sin parar»

Tiene 78 años y hace 60 que preside el club de fútbol Centre Perroquial de Sarrià que fundó, en 1952, con mosén Armengou. Su familia deportiva y el Distrito le dedicaron, sin él saberlo, un gigante con su cara.

Homenajeado 8Calderó posa con su 'gegantó'.

Homenajeado 8Calderó posa con su 'gegantó'.

CARME ESCALES
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los padres y tíos de Josep Calderó eran masoveros en una finca que Canals i Nubiola tenía en Pedralbes, «que entonces se consideraba Sarrià y hoy, Les Corts» -apunta Calderó-. Allí nació él, en 1935. Entre árboles y animales de granja vivió hasta los 13 años. Aún recuerda cómo la familia se protegió de los bombardeos de la guerra civil en un sótano de la masía. «Ahí teníamos unos grandes colchones. Salvamos la vida, pero se lo llevaron todo», dice.

-¿Pudo estudiar?

-Lo justo y básico. A los 15 años entré a trabajar en la ferretería de la familia Burrull, en la calle Major, 83, de Sarrià, que hoy aún existe, aunque ya no la llevan los propietarios. Fui dependiente allí hasta jubilarme.

-Toda una vida tras el mostrador... ¿Qué era lo que más despachaba?

-¡Oh!, había de todo: vajillas, ollas... Venían muchos carpinteros, cerrajeros y lampistas. Sarrià era un pueblo de oficios. Carpinteros debía haber unos 30 y hoy queda uno. Cerrajeros debían ser unos 15 y hoy, también, apenas queda uno.

-¿Y al fútbol cómo llegó?

-Bueno, yo nunca he jugado. Pero cuando nos instalamos en Sarrià, empecé a ir al Centre d'Acció Catòlica, donde hacían excursiones. Y llegó un vicario muy joven, mosén Ignasi Armengou, y con él montamos el primer equipo de fútbol.

-Y del primero, en el año 1952, hoy el Centre Parroquial tiene 25 equipos.

-Sí, de aquel Centre d'Acció Catòlica, trasladamos todo al Centre Parroquial de Sarrià, y fuimos creando hasta los 25 equipos actuales. Tenemos escuela de fútbol -de 4 a 6 años- prebenjamines, benjamines, alevines, infantiles, cadetes, juveniles, dos de amateurs y un equipo de veteranos. Los cadetes han subido a Preferente este año y nuestro primer equipo ha ascendido esta temporada a Segunda Catalana. Ha sido un excelente año para el C.P. Sarrià.

-Con homenaje incluido a usted con la creación de un gigante a su imagen y semejanza.

-Es un poco más bajo que los otros siete gigantes que tiene el Ayuntamiento de Sarrià, y por eso lo llamamos gegantó. Los otros representan a personajes de la historia del antiguo municipio de Sarrià, el último que se unió a Barcelona. El mío lo fueron preparando durante todo un año y todo el mundo, incluso los niños del fútbol, guardaron el secreto hasta el día en que me convocaron en la plaza del ayuntamiento. Era el 1 de octubre, el día de la fiesta mayor. Yo me disponía a ir, como siempre, a ver algún partido de fútbol, pero me insistieron en que tenía que estar en la plaza, como representante del club de fútbol de Sarrià.

-¿Nada le hizo sospechar?

-En el último momento, allí en la plaza, me sorprendió que todos los niños llevaban el polo del CP Sarrià. Aquello me llamó la atención, pero ya no tuve mucho tiempo para pensar. Cuando vi salir del ayuntamiento el gegantó hacia la plaza,  me reconocí en él y lloré sin poder parar. No podía pensar nada, solo lloraba y lloraba de emoción. Siento mucha satisfacción. Entre eso y la buena temporada de nuestros equipos, ha sido un año magnífico.

-El fútbol le ha dado vida a usted y, a Sarrià, otro personaje para lucir.

-Exacto, lo que nos hace falta ahora es gente para llevarlo, que no hay muchas personas que lo hagan. El gegantó vino a la cena de final de temporada en la Salle Bonanova.

-Usted vive desde hace dos años en el asilo Institut Desert de Sarrià, una masía como la de su niñez.

- Sí. Tengo el campo de Can Caralleu y el local del CP Sarrià a pocos minutos. Vivo rodeado de jardines con ardillas y veo pasar jabalís.