"Tenemos que apostar por lo que nos gusta"

Marta S. Blanco (Salamanca, 1979), arquitecta y luego joyera, ha conseguido, junto al también joyero Daniel Bellido, que su originalísima joyería de autor en el Poble Sec reciba uno de los premios Barcelona Millor Botiga del Món. La tienda, Koetania (Blai, 28), que acaba de cumplir su primer año, ha aparecido también en un reportaje delThe New York Times, centrado en la transformación de su admirado barrio, el Poble Sec.

-Mucho impacto en un solo año.

-Abrimos el 11 del 11 del 11. Unos meses después de elaborar el proyecto. Nos pusimos esa fecha por la coincidencia y porque si no, nos hubiera tocado esperar hasta el 12 del 12 del 2012 (ríe). La primera fecha fue ideal porque era antes de la campaña de Navidad.

-Defíname el concepto de la tienda.

-Es una joyería de autor, en la que cada pieza se hace una por una, no en producción industrial. Además hay un vínculo emocional con las joyas, les damos identidad. También ofrecemos un sitio donde la creatividad tiene lugar. Y exponemos y vendemos las obras de 17 artistas, cuatro de los cuales trabajan aquí, en la tienda, a la vista del público. Ofrecemos además la posibilidad de personalizar cada joya. Los precios son buenos porque no hay intermediarios. Además, en Koetania, el que diseña la joya también la hace. Lo llamamosPensar con las manos

-El local es sorprendente.

-Pues era una zapatería china, con un desnivel enorme, que hemos aprovechado para poner el taller a los pies del público, que es una forma de mostrar que trabajamos para él. Y que los clientes puedan ver cómo creamos las joyas.

-¿Cómo se hace joyera una arquitecta en activo?

-Ya en el colegio hacía bisutería para mis compañeras, e incluso les vendía las piezas, pero luego estudié Arquitectura. De repente, siendo arquitecta, volví a sentir la necesidad de hacer cosas con mis manos y me apunté a cursos de joyería en la Massana y en la Escola d'Art del Treball, donde conocí a Daniel, mi socio.

-Se atrevieron a poner en marcha un negocio en plena crisis.

-Mucha gente nos pregunta cómo lo hicimos. En Barcelona Activa nos asesoraron para hacer el plan de negocio. Estuvimos preparándonos durante un año. Nosotros nos podíamos esperar a que pasara la crisis. Este es un momento de cambio y de apostar por lo que nos gusta. No hay que echarse atrás por las dificultades, sino aprender del esfuerzo y la persistencia. Nos educaron en la seguridad, pero eso ahora no vale. Hay que ir a por todas. Si algo parece difícil, pero crees en ello, seguro quete va de madre, como diría un mexicano. Para nosotros la joyería es una vocación, está por delante de todo

-¿Por qué Koetania?

-Viene de coetánea, contemporánea. Porque es una joyería de autor de ahora. Y en ella se produce la simultaneidad de varios autores. Hacemos coincidir las joyas con las personas y con sus creadores. Se nos ocurrió a Daniel y a mí al ver un documental que hablaba de Dalí y Frida Kahlo como coetáneos.

-¿Qué hizo para que el diario The New York Timesinformara de este comercio del Poble Sec?

-Entro una periodista en la tienda porque estaba haciendo un reportaje sobre la transformación del Poble Sec y cómo se ha puesto de moda, lo que ya le había ocurrido a Gràcia. Ella vino de casualidad y se fue muy sorprendida de nuestra idea. Nosotros vinimos al Poble Sec, como han hecho artistas y gente bohemia, porque era un barrio más barato. Además como arquitecta valoraba sus fachadas y sus calles arregladas. Y además, el mar, la montaña y su aire puro están a 10 minutos a pie.

-¿Y el premio Barcelona Millor Botiga del Món?

- Una amiga nos envió el link con la convocatoria y decidimos presentarnos. Vino un jurado a entrevistarnos y a ver el local. Nuestro premio es el de la categoría Nueva Apertura. Y valora la joyería de autor, la personalización y la inversión en un barrio emergente.

-Clientes y precios.

-En la tienda la joya más barata la vendemos por 20 euros. La más cara, un anillo relicario de plata pavonada y oro con un rubí, cuesta 800. Los clientes son muy variados. Desde turistas a personas del barrio de todas las edades, que se alegran de que estemos aquí. Pero también viene gente del resto de la ciudad.