La masía oculta que inspiró al poeta Miracle

El caserón del siglo XIV de la plaza de Bonet i Muixí albergó el archivo histórico

Escondida 8 Imagen de la casa, que no se ve desde afuera..

Escondida 8 Imagen de la casa, que no se ve desde afuera..

SARA MINGOTE
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Entre la plaza de Bonet i Muixí y la plaza de Ibèria, descansa a tres metros de altura sobre el suelo la majestuosa Casa del Rellotge, cuyas paredes están recubiertas de un follaje verdoso. El caserón, rodeado y oculto por un muro y por las moreras y palmeras de su jardín, es invisible para los transeúntes y tan solo la parte trasera es perceptible desde una de las plazas, la de Bonet i Muixí, donde se encuentra la Parroquia de Santa Maria de Sants. La Casa del Rellotge es la única masía que sobrevive en el distrito.

«Se construyó en siglo XIV y se hizo encima de lo que era la colina más alta de Sants», explica Antoni Gelabert, que trabajó durante 14 años en el Arxiu Històric de Sants, antes emplazado en la Casa del Rellotge y actualmente ubicado en la calle de Creu Coberta.

Enamorado de la masía y actual trabajador en las secciones administrativa e histórica del archivo, Gelabert cuenta que la masía logró ser Arxiu Històric de Sants gracias a las negociaciones que se establecieron en 1983 entre el Ayuntamiento de Barcelona y la Unión Excursionista de Catalunya-Sants.

Torre de vigilancia

El caserón albergaba todo el material cartográfico y la documentación en la buhardilla, cuenta Gelabert, que añade: «Trabajar allí ya era una gran historia y es una verdadera pena que no haya apenas documentación de la masía». Y explica que «se cree que la Casa del Rellotge servía como torre de vigilancia, y su estructura tenía un cuerpo central al que se añadieron dos alas hasta que con el tiempo se perdió la de la izquierda y una porción del terreno». Ahora, en la parte donde estaba el ala, se ha construido la residencia de la tercera edad Josep Miracle.

En la fachada de la Casa del Rellotge hay una ventana de estilo renacentista. En el jardín, plantas medicinales como romero y tomillo.

Desde septiembre del 2012 la masía, según apunta Gelabert, está en manos del Centre Cívic Cotxeres de Sants, que ha empezado a impartir talleres formativos en las instalaciones de la torre.

«Actualmente se imparten cursos sobre huerto urbano, plantas medicinales y otras especies para el balcón», cuenta Guillem Campi, que trabaja en el centro cívico. Asimismo, añade que se utilizan dos salas de la masía para impartir semanalmente clases de francés y de canto.

En la fachada de ladrillo se halla, enmarcado, un poema que el escritor Josep Miracle, nacido en Sants, dedicó en 1994 a la Masia del Rellotge cuando cumplió 90 años. «La mort del rellotge, condol de saber-la. El temps passa lent sobre el mur que s'esberla; el s'hi passeja amb un riure profà», dice una de las estrofas más representativas de Rellotge de sol, la poesía de Miracle. El poema hace referencia al reloj de sol que antiguamente lucía en la fachada de la masía, y del que ahora solo queda su aguja plateada.

El jardín y las dependencias de este edificio del siglo XIV han servido también para celebrar actos conmemorativos y culturales. Otro de los actuales encargados del Archivo Histórico de Sants-Montjuïc, Germà Iturrate, revela que la Torre del Rellotge es la única masía que actualmente queda en pie en todo el distriton de Sants-Montjuïc, «y además está muy bien conservada». Iturrate explica que el edificio tiene «grietas muy poderosas», pero su estructura se mantiene perfectamente gracias al medio metro de grosor de sus paredes.