UNA HISTORIA DE SANTS-MONTJUÏC

La estación de la Magòria, torre árabe que domina la Bordeta

Por la antigua estación transitaba la línea ferroviaria que unía Barcelona y Martorell

Orientalista  8 La estación, de aire neomudéjar gracias al ladrillo.

Orientalista 8 La estación, de aire neomudéjar gracias al ladrillo.

ANNALISA PALUMBO / BARCELONA

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Una torre parecida al minarete de una mezquita árabe destaca sobre el panorama de coches y autobuses del barrio de la Bordeta. La estación de la Magòria (Gran Via de les Corts Catalanes, 247), así llamada por un torrente que cruzaba la Gran Via, era el punto de inicio de una línea ferroviaria construida en 1912 por la empresa Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España, que conectaba Barcelona con Martorell (Baix Llobregat).

«La construcción de la estación terminal de la línea fue encargada al arquitecto Josep Domènech Estapà (1858-1917) y se inauguró el 29 de diciembre de 1912», explica Sergio Fuentes Milà, profesor del departamento de Historia del Arte de la Universitat de Barcelona (UB).

«Muchas veces se define el edificio como modernista, pero Estapà, en 1911, cuando estaba diseñando la estación, se proclamó abiertamente contrario a esta corriente con un discurso que fue publicado en muchos diarios», sigue Fuentes. El arquitecto eligió en realidad un estilo neomudéjar, muy de moda a finales de siglo XIX, sobre todo en Madrid. Dio mucha importancia al uso del ladrillo, que se combina con la piedra de las fachadas.

«Lo que define todo el edificio y le confiere un punto orientalista es la torre, donde el ladrillo forma sombras que crean un efecto de doble color, parecido a la Mezquita-catedral de Córdoba» detalla Fuentes. Coronada por un reloj, está cubierta por tejas verde oscuro y rojo, una bicromía que da un toque elegante.

La entrada principal, ahora tapiada, introducía a una sala donde se ubicaba la taquilla. A la izquierda, se encontraba el depósito de maletas, a la derecha el gran restaurante. Arriba estaba la vivienda del jefe de estación. «El edificio está decorado con cerámica vidriada y trencadís, que puede crear confusión con el estilo modernista», sonríe Fuentes.

En 1926 dejaron de transitar viajeros, pero sí pasaban los mercancías. Durante la guerra civil, parte de la torre fue desmontada para no ser punto de referencia de los bombardeos. En 1974 la estación quedó abandonada y en el 2006 se abrió un Casal Cívic de la Generalitat. La zona de vías, cubierta por una marquesina de hierro, ahora acoge una pista de petanca y un campo de fútbol.