Santa Coloma se reivindica como destino gastronómico del área metropolitana

La apuesta de Santa Coloma por la gastronomía y el turismo de proximidad confluyen ahora para dar pie al nuevo proyecto 'Santa Coloma Gastronómica' con el que se quiere situar la ciudad como uno de los referentes de los circuitos gastronómicos metropolitanos.

Se ha implicado la administración local y todo tipo de establecimientos de la ciudad, desde los históricos 'bar Juanito' hasta restaurantes de renombre como el Lluerna de Victor Quintillà, con un estrella Michelin. 

La primera acción del nuevo plan de dinamización será el 'Santa Coloma degustar', un mes lleno de actividades y experiencias gastronómicas en el que hay previstos talleres, catas, maridajes, ferias y una ruta de tapas por una treintena de bares y restaurantes de la ciudad.

Se han implicado una treintena de establecimientos, que ofrecerán tapas elaboradas a precios populares. La clausura, a fin de mes, serán las jornadas gastronómicas 'Cocinas del Mundo' del barrio del Fondo, uno de los más multiculturales del área metropolitana.

GRAN TEJIDO SOCIAL

Y es que Santa Coloma tiene uno de los tejidos comerciales y asociativos más activos del área metropolitana. Su situación junto a grandes ciudades como Badalona y la diversidad cultural de su población les obliga a ser imaginativo para intentar evitar el máximo número de fugas comerciales posibles.

Desde hace unos años, el objetivo es más ambicioso y Santa Coloma quiere situarse como destino turístico del área metropolitana. Comenzó promoviendo el patrimonio histórico y cultural, se situó en el mapa universitario con el Campus de la Alimentación, ha trabajado en la dinamización del cauce del Besòs y la Serra de Marina y ha hecho un salto importante en el terreno gastronómico.

El primer pie en el mapa internacional lo puso el chef Víctor Quintillà, propietario del restaurante Lluerna, con una estrella Michelin. 

En el anonimato, sin embargo, la calidad de los bares y restaurantes de la ciudad ya era conocido entre los vecinos de la ciudad y municipios cercanos, como explica el concejal de Promoció Econòmica, Pedro Cano: "Son bares anónimos que conoce la gente de la calle y que son los que han dado el impulso. Son los 'casa Juanito' o ‘casa Pepito' que han elevado el nivel gastronómico de la tapa casi a la categoría de Guía Michelin", relata el concejal.

En este estado ha llegado el mismo Quintillà y también Ca Armengol, que, sin estrella, figura como uno de los recomendados da la Guía Michelin.

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