Alberto de la Bella: "Para mí lo máximo era llegar al primer equipo de la Grama"

El lateral de la Real Sociedad repasa su carrera y su vida en Santa Coloma en esta entrevista

El colomense Alberto de la Bella durante la pretemporada de 2014.

El colomense Alberto de la Bella durante la pretemporada de 2014. / periodico

MIGUEL GUILLÉN / SANTA COLOMA DE GRAMENET

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Alberto de la Bella triunfa en Primera División con la Real Sociedad, donde es el lateral izquierdo titular. Ha jugado más de 160 partidos con el primer equipo txuri-urdin, la mayoría en la máxima categoría del fútbol español, y ha tenido la oportunidad de disputar la Champions League. A pesar de llevar ya unos cuantos años fuera de Santa Coloma, Alberto regresa a menudo a su ciudad de nacimiento para visitar a su familia y amigos. En esta entrevista hace un repaso a su carrera y recuerda sus orígenes en el barrio Riu Nord.

-Esta temporada estás jugando y las lesiones parece que te están respetando. ¿Cómo encaras la que será ya tu sexta temporada en Primera División?

Con la misma ilusión. Me considero un privilegiado e intento disfrutar cada momento.

-Y el equipo, ¿cómo lo ves? ¿Qué objetivos os marcáis este año?

Esta temporada hemos mejorado. Los nuevos fichajes son muy buenos y creo que hacen que aumente el nivel de la plantilla. Creo que el objetivo debe ser mayor que el que nos marcamos la temporada pasada. La Real Sociedad debe optar a clasificarse para Europa cada año.

-¿Qué tal la vida en San Sebastián? Después de seis años ya estarás completamente adaptado...

Estoy encantado de la vida. San Sebastián es una ciudad súper cómoda y con mucha calidad de vida. Es perfecta para vivir y estoy totalmente adaptado. Mi pareja es vasca y mi hijo ha nacido aquí, imagínate...

-La vida del futbolista es corta... ¿Qué te gustaría hacer antes de retirarte? ¿Algún objetivo? ¿Alguna liga donde te gustaría jugar?

Eso el tiempo lo dirá, nunca se sabe... Sí es cierto que me gustaría aprovechar el fútbol para conocer otras culturas y tener la oportunidad de aprender el inglés, pero a día de hoy estoy muy a gusto en San Sebastián y en la Real Sociedad.

-Y cuando te retires, ¿a qué te gustaría dedicarte?

A día de hoy no lo sé. Es cierto que tengo el título nacional de entrenador y también empecé a estudiar magisterio con la idea de ser profesor de educación física. Me interesa todo lo que está relacionado con el deporte, pero ahora mismo no tengo claro qué haré cuando me retire. Aún me queda cuerda...

-¿Cuáles son tus orígenes en Santa Coloma?

Mi padre llegó a Santa Coloma con quince años desde un pueblo de Córdoba, junto a mi tío y mi abuelo. Como tanta otra gente llegaron en busca de un trabajo y un futuro mejor. En Santa Coloma conoció a mi madre, catalana de origen andaluz también. Siempre han vivido en el barrio Riu Nord, donde yo crecí. Mis primeros pinitos en el fútbol fueron en el parque de la plaza Baró...

-¿Te planteas volver algún día a vivir a Santa Coloma?

Nunca se sabe... Mi familia la tengo ahí y la verdad es que no lo sé...

-¿Vas a menudo a la ciudad?

Sí, voy a menudo a Santa Coloma. En navidad y en verano seguro, siempre. La última vez que estuve además coincidió que eran las fiestas de la ciudad y me encantó disfrutarlas. Me gusta desconectar allí, estar con mi familia y mis amigos, ir a la Plaça de la Vila a tomar algo... También me encanta pasear, ir en bici y correr al lado del río Besòs, bajar desde Can Zam hasta la playa...

-¿Qué recuerdos tienes de tu infancia en Santa Coloma?

Tengo muy buenos recuerdos. He tenido mucha suerte con mi familia: mis padres, mi hermano... De pequeño mi colegio fue el Torre Balldovina. Después, la ESO y el bachillerato lo hice en el instituto Puig Castellar. Desde pequeñito me encantaba jugar a fútbol. Me acuerdo con mucho cariño de las pachangas que organizábamos los domingos al lado del campo de Can Zam. Nos juntábamos cuatro o cinco equipos y estábamos todo el día jugando. Me pasaba la semana esperando impaciente que llegase el domingo.

-¿Cuáles fueron tus inicios futbolísticos en Santa Coloma? ¿Cómo se ha ido desarrollando tu carrera?

Estando en el colegio, con siete años, unos ojeadores de la Gramenet me vinieron a buscar para hacer una prueba en el club. La pasé y entre a jugar en el principal equipo de la ciudad, donde estuve diez temporadas seguidas. A los 17 años estuve una temporada cedido en el Espanyol, jugando en Segunda División B, y después volví para jugar una temporada con el primer equipo. Mi sueño siempre había sido llegar al primer equipo de la Grama. Para mí eso ya era lo máximo. Recuerdo que aquella temporada jugamos la fase de ascenso a Segunda División, pero no tuvimos suerte... De ahí, me fichó el Villarreal, donde estuve dos temporadas, y después jugué un año con el Sevilla Atlético en Segunda. En 2009 me fichó la Real Sociedad, ascendimos a Primera... Y hasta hoy...

-¿Soñabas con jugar en Primera División? ¿Cuándo pensaste que realmente podías llegar?

Como he dicho antes, para mí lo máximo era llegar al primer equipo de la Grama. Después, ves que vas cumpliendo objetivos y fíjate tú... He llegado a jugar la Champions League. Eso no me lo podía ni imaginar. He tenido la oportunidad de jugar en estadios increíbles, con jugadores buenísimos... ¡Una pasada!

-¿Sigues la actualidad de la Grama?

Sí, por supuesto. Soy consciente de la crisis que ha pasado el club, como tantos otros del fútbol modesto, pero ahora sé que la Fundació Esportiva Grama está haciendo un trabajo excelente con los niños de la ciudad. Mi sobrino ha estado jugando allí. Ahora tengo en mente poder organizar un campus de verano para los niños en Santa Coloma. Estamos dándole vueltas a la idea y espero que se pueda hacer realidad.

-¿Qué le dirías a un chico de barrio de Santa Coloma que sueñe con llegar a jugar en Primera, como tú?

Le diría sobre todo que disfrute al máximo. Que no se tome el fútbol como una obligación, sino que intente pasárselo bien. Luego, hay que trabajar, está claro. Yo he tenido compañeros en la Grama que eran mucho mejores que yo, pero al final, el sacrificio y el esfuerzo, mío y de mis padres, tiene su recompensa.

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