Puntadas infantiles

Un grupo de niños y niñas de entre 6 y 13 años trabajan con empeño y entusiasmo alrededor de una mesa en la que hay esparcidos retales y telas de distintos colores, tamaños y texturas y tres máquinas de coser que parecen dominar a la perfección. Uno de ellos, Leo Baudelot, enseña a sus compañeros la estrella que ha bordado. "También he cosido otras cosas, como una ballena y un saco", afirma el pequeño, de 7 años, quien asiste por segunda vez a estos talleres de costura creativa, bautizados como Happy sewing.Happy sewing

Delante de Baudelot está Diana Olivé, de 13 años, a quien su afición por la costura viene de lejos. "De pequeña ya bordaba vestidos para mis muñecas y en este taller he aprendido muchas cosas nuevas", explica Olivé, mientras confecciona a mano un neceser de maquillaje para su madre.

Los menores intercambian opiniones, se ayudan y se divierten, ante la atenta mirada de sus profesoras, Nacha de Muro y Neli Ferrer, dos diseñadoras gráficas que han montado estos talleres junto con otra amiga, Laura Asensio. La actividad tiene lugar en Vernita (Joncar, 27), una tienda y estudio de ropa infantil, aunque la andadura de estas emprendedoras empezó en el 2013 en otro local. "Mucha gente venía a la tienda y nos pedía que les enseñáramos a coser, y de ahí surgió el proyecto", explica De Muro.

Cada mes organizan una sesión gratuita para dar a conocer la actividad, que se desarrolla en talleres semanales que cuestan 70 euros, duran 2,5 horas y coinciden con los periodos vacacionales y con los días de libre disposición escolar. "Los niños no sólo desarrollan la creatividad, sino también capacidades como la paciencia, la concentración y la capacidad resolutiva", destaca De Muro. También ofrecen clases semanales para niños y adolescentes de una hora u hora y media, con precios de entre 35 y 58 euros mensuales, así como talleres para adultos.

CUMPLEAÑOS

Los niños y adolescentes de hasta 16 años que participan en estos talleres ya elaboran una pieza en la primera clase. "Los pequeños suelen decantarse por cosas figurativas, como los cojines, mientras que a los adolescentes les encanta crear su propia ropa", matiza Neli Ferrer, otra de las socias, quien destaca otra de las singularidades del proyecto, los aniversarios de costura. "En vez de la típica fiesta, montamos talleres en los que el cumpleañero y sus amigos aprenden a coser", añade.

El boca-oreja y las redes sociales, sobre todo Facebook e Instagram, les han servido para darse a conocer y sumar aprendices de costura, que podrían aumentar pronto, cuando la web de Vernita está acabada.