un vecino DE SANT MARTÍ... Ricard Reguant, director y productor teatral

«Poblenou pasa de ser industrial a ser un barrio turístico»

Actor, director de cine y teatro y realizador de televisión, Ricard Reguant inició su carrera en el barrio en el que nació, Poblenou. En él se habían conocido sus padres, que le inculcaron el amor por la música y el baile. Con 15 años montó un musical infantil en el Centre Moral.

Rodajes Secuencias inmortalizadas para siempre«EN ESTA PLAZA DE PRIM HE RODADO MILES DE PELÍCULAS Y VIDEOCLIPS. PARA MÍ ES EMBLEMÁTICA DEL BARRIO Y UNA MARAVILLA CON SUS ÁRBOLES»

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CARME ESCALES
BARCELONA

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En casa. En unos tiempos en los que las comadronas acudían a los hogares para  ayudar a nacer. Así llegó al mundo Ricard Reguant. En 1953 y en una finca regia de finales del siglo XIX vio la luz este un nuevo vecino de Poblenou. Era el barrio al que sus padres habían llegado años antes, él desde Súria y ella desde Zaragoza. «Se conocieron bailando en el Casino L'Aliança del Poblenou», precisa Reguant. «Fred Astaire y Ginger Rogers estuvieron siempre muy presentes en casa. Mis padres me animaban con la música y el baile. Y yo fui descubriendo en el cine musicales que en realidad venían del teatro. Pensé en recuperarlos de nuevo en el escenario», afirma el dramaturgo.

Así fue cómo se hizo, a finales de los años 60, el primer musical del que fue alma mater Ricard Reguant. «Tenía 15 años y puse en marcha la sección de teatro infantil del Centre Moral i Cultural de Poblenou», rememora. «Lo primero que hicimos con los compañeros fue el musical Recordando el musical -explica- .Yo hacía de todo, era coreógrafo, montador... Tenía mucha inquietud de hacer cosas», puntualiza. Según cuenta su currículum profesional (www.ricardreguant.blogspot.com) esa inquietud no le ha abandonado nunca. Reguant ha puesto en marcha más de 60 musicales, entre los que destacan Memory, Chicago, West Side Story, Grease y Siete novias para siete hermanos. Cuando nadie hacía aún musicales en España, en 1898, llevó a escena Estan tocant la nostra cançó, que sería su primer gran musical.

Casino y Centre Moral

La calle era el lugar de juego de Reguant y sus amigos del barrio, en su infancia. «Nos preguntaban: ¿Dónde vas? Y respondíamos: A la calle, vamos a jugar a la calle», recuerda. Pero el teatro ya estaba llamando a la puerta de aquel Reguant niño. «Tenía 3 años y mis padres ya me llevaban al Romea a ver a mi tío Lluís Nonell», explica quien sería actor hasta los 27 años. «Los jóvenes del barrio hacíamos teatro en el Centre Moral y en el Casino», dice. «Poblenou siempre ha sido un barrio obrero pero muy artístico, más que otros lugares de la ciudad, no sé por qué», plantea el vecino que vive ahora en el mismo piso en el que nació.

Pero Reguant ha vivido además en muchas ciudades: Roma, Londres, Nueva York, y durante 18 años ha sido vecino de Madrid. Actualmente, su musical Tarzán está girando por toda España. Mientras, Reguant trabaja en Extremadura, preparando Hércules para el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, que se celebrará en agosto. Reguant, que fue durante una veintena de años realizador de televisión -el primer realizador de programas que tuvo TV3- tiene también entre manos la preparación de un gran musical «con más de 30 personas», avanza.

Perspectiva de barrio

Después de tanto viajar a diferentes ciudades, pues ahora mismo Reguant tiene en cartel en Bucarest (Rumania) la obra Toc Toc y en septiembre estrenará allí Sé infiel y no mires con quién, el director teatral ha regresado al Poblenou actual, en el que el contraste con su Poblenou de infancia levanta ciertos relieves. «Es impresionante la llegada de turistas al barrio. Esto no lo había visto nunca. Poblenou ha pasado de ser un barrio industrial a ser un barrio turístico. Somos el primer pueblo de la costa, solemos decir los del barrio, que también decimos siempre que vamos a Barcelona, cuando queremos indicar que vamos al centro de la ciudad», precisa Reguant. «Yo soy de los que querría la independencia del Poblenou», añade.

Sobre el desembarco de turistas en el barrio, dice que no le incomoda. «Es, incluso, agradable, hasta cierto punto», precisa. «Están ayudando a descubrir esta especie de periferia especial que es Poblenou», apunta. «En dos kilómetros a la redonda, en el barrio, hay 200 hoteles o alojamientos turísticos», destaca el vecino. «El turista del Poblenou es tranquilo, familiar o no, pero no es el turista del botellón. Está más bien interesados en la cultura», remarca.

Reguant sigue siendo socio del Centre Moral i Cultural del Poblenou, «Trabajo con sus actores aficionados», resalta el director. En Palma de Mallorca, Reguant también ha creado una compañía, y ahora tiene allí en cartel la obra Tres nits sense dormir. «No sé si respiro para trabajar o trabajo para respirar», ironiza sobre su enorme actividad teatral.

Paseando hasta el Fórum por la costa o con una horchata del Tío Che en su mano, Reguant libera algunos momentos para la desconexión en su Poblenou. «Del barrio afirma que tan solo le sobrarían algunos bares. Tiene demasiados. Por lo demás, está muy bien como está», dice.