Esta sede es una ruina

La Cooperativa Antiga del Camp de l'Arpa entregó su local al Ayuntamiento de Barcelona en el 2011 a cambio de que la rehabilitara y les cediese la gestión 15 años, pero las obras no avanzan

Felip Zacarías Pol, en el despacho de Fontova, 12.

Felip Zacarías Pol, en el despacho de Fontova, 12.

luis benavides
BARCELONA

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Han pasado ya cuatro años desde que la Cooperativa Antiga del Camp de l'Arpa regalara su sede, en el número 12 de la calle de Fontova, al Ayuntamiento de Barcelona a cambio de su rehabilitación y posterior cesión de uso durante 15 años. A partir de ahí, el edificio sería para el barrio. Las actuaciones apenas han empezado, y los 150 miembros de la antigua cooperativa de consumo, reconvertida en asociación cultural en los años 60, exigen una explicación.

Agradecen la hospitalidad de las entidades y equipamientos culturales que han acogido sus actividades mientras duran las obras, pero quieren recuperar su sede cuanto antes.

«Dos años antes dejamos de realizar actividades en Fontova por culpa de las reiteradas quejas de un vecino, que se quejaba del ruido producido por los bailes que organizábamos allí los sábados y domingos por la tarde», explica Felip Zacarías Pol, secretario de la entidad y presidente en funciones, quien admite el grave deterioro del inmueble. «Además del aislamiento acústico, el edificio requería mejoras urgentes para garantizar el acceso y, sobre todo, la seguridad», precisa Zacarías Pol.

ENTREGA DE LAS LLAVES / La entidad propietaria del edificio y el Ayuntamiento sellaron el acuerdo en febrero del 2011. A falta de recursos económicos para poner en orden la sede, la junta directiva de la cooperativa entendió que la mejor opción pasaba por entregar las llaves al consistorio. «Llegamos al acuerdo, muy positivo sobre el papel, con los socialistas Jordi Hereu y Antonio Narváez, entonces alcalde y concejal del distrito de Sant Martí, respectivamente, a los cuales estamos muy agradecidos. Pero los convergentes ganaron las municipales y no vemos que hagan nada para cumplir el acuerdo», explica molesto el presidente en funciones, quien reconoce que cometieron «la torpeza» de no hacer constar un calendario de obras. «Solo consta que la cooperativa podrá disfrutar del edificio 15 años desde la finalización de las obras. Pero somos gente mayor, con socios entre los 60 y los 80 años, y cada año que pasa juega en nuestra contra», añade Zacarías Pol.

UN TERRENO VALIOSO / Fuentes municipales calculan que «la inversión mínima» para reformar el edificio de la calle de Fontova podría estar «entre los 660.000 y los 720.000 euros», en función de la opción escogida: rehabilitación parcial u obra nueva respetando la fachada. Las mismas fuentes subrayan que, «mientras no se realice esta inversión», el Ayuntamiento ha propiciado un acuerdo por cuatro años con la entidad Formiga Martinenca para que la cooperativa «pueda seguir desarrollando sus actividades».

Los miembros de la entidad, fundada en 1866, se sienten «estafados» porque han regalado un valioso terreno y no han visto nada a cambio. «En esta zona, el metro cuadrado puede costar 2.000 euros», calcula el tesorero de la antigua cooperativa, Juan Antonio Franco, quien denuncia algunas de las incomodidades que provoca la falta de sede. «Tenemos todo el material para las actuaciones en nuestras casas, repartido, y cuando organizamos algo tenemos que ir muy cargados, con maletas, como feriantes», bromea Franco.

La entidad, que cumplirá 150 años en marzo del 2016, pide al Ayuntamiento que acelere las obras para poder celebrar el aniversario en su verdadera sede. H