Sánchez Piñol, pregonero de Sant Jordi, se fuga de la 'diada'

El autor de 'Victus' explica en el Saló de Cent por qué renuncia a firmar, como siempre ha hecho, en el 23 de abril

La dedicatoria de Albert Sánchez Piñol en el libro de Sant Jordi del Saló de Cent.

La dedicatoria de Albert Sánchez Piñol en el libro de Sant Jordi del Saló de Cent. / periodico

ERNEST ALÓS / Barcelona

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Uno de los más que anunciados triunfadores del 23 de abril,Albert Sánchez Piñol, no firmará libros. De hecho, desaparecerá de Barcelona para pasear por un bosque de la Garrotxa. Lo ha explicado en el pregón deSant Jordi del Ayuntamiento de Barcelona, acto del que curiosamente es el protagonista, en la víspera del día del libro.

El autor de 'Victus' ha explicado que él está disponible para firmar y estar en contacto con los lectores 364 días al año (incluyendo este 22 de abril; su dedicatoria en el libro del Saló de Cent fue:«A Barcelona --la meva ciutat--, escenari de grans derrotes, de grans esperances i aviat de grans victóries») pero no por Sant Jordi.

La experiencia de la fiesta desde el otro lado de la mesa, como escritor, ha explicado, es algo"horroroso", y la fiesta, cree, "tiene cosas que se tendrían que replantear". Desde que vio a un autor como Jesús Moncada contemplando mano sobre mano cómo según qué personajes se hartaban de firmar, vio que aquello no era lo suyo. ¿Qué hará el 23 de abril? Pasear por un frondoso bosque de la Garrotxa que nunca ha pisado. Mientras, su editora encarga a toda prisa 20.000 ejemplares más de 'Victus' ante las expectativas de que el libro se agote en Sant Jordi.

El 1714 de Piñol

Sánchez Piñol ha sido pregonero mano a mano (de hecho se trata de un pregón en formato de tertulia) con el comisario de los actos conmemorativos del sitio de 1713 y 1714 en Barcelona, el historiador y periodistaToni Soler.

El novelista ha recordado momentos del sitio como el asalto general, casi exitoso, del 14 de agosto de 1714, en el que compañías de la milicia ciudadana como las de los notarios y los estudiantes de leyes, con un profesor al frente, rechazaron a los regimientos de élite de granaderos franceses que ya habían abierto brecha en la muralla. "Conocemos muy poco nuestra historia", ha concluido.

En su libro, los protagonistas son los ciudadanos, que decidieron resistir hasta el final ("entonces no había discusiones entre el hecho social y el nacional; el hecho social era el hecho nacional. Las clases populares empujaron a la resistencia para defender las libertades") y en particular tiene un protagonismo heroico el general Antonio de Villarroel. "Pero no me he querido cargar a Rafael de Casanova --ha respondido-- como dicen algunos medios algo fachas. Lo que sucede es que Casanova era un político y en la guerra estaba incómodo, no era su papel. Villarroel sí, porque era un militar".