"La gente compra, pero sobre todo mira mucho y se hace fotos"

Los ciudadanos salen a la calle para celebrar el Sant Jordi más artesanal y reivindicativo

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"La gente compra, pero sobre todo mira mucho y se hace fotos", así se explicaba este miércoles Eudald Roig, un joven de 21 años que vende flores por segunda vez consecutiva en la Rambla de Catalunya, para contribuir a pagar sus estudios. Los ciudadanos han salido, como de costumbre, a la calle para celebrar la diada del libro y la rosa, que este año va a ser más artesanal y reivindicativa. 

Con un sol que se ha llevado las lluvias de los últimos días, miles de ciudadanos celebran desde primera hora Sant Jordi en el centro de la capital catalana, repleto de puestos de libros y rosas, además de otros objetos, la mayoría de ellos artesanales, relacionados con la festividad. 

"Hoy es un día mágico y hay que celebrarlo como manda la tradición: con flores y libros", ha explicado Marcos Susqueda, de 38 años, y con un ramo de rosas rojas en cada mano, para su jefa y su compañera de trabajo, que ha comprado antes de ir a la oficina.

Un día muy especial

Julia, la mujer que le ha vendido las flores, ha afirmado: "No hay mejor manera de mostrar amor y afecto que regalar rosas en un día tan especial", y ha augurado que este año se venderán principalmente las de color rojo, aunque ella también tiene amarillas, azules y blancas, con precios que oscilan entre los tres y los seis euros.

La colorida postal que dibujan la multitud de paradas de rosas que abarrotan las aceras del centro de la ciudad contrasta con las previsiones de los floristas, que estiman una caída de las ventas por el aumento del IVA del 8% al 21%.

La 'senyera' decora la mayoría de rincones de la ciudad, aunque este año trata de robarle protagonismo la 'estelada', teniendo en cuenta que, según Eudald Roig, este es el Sant Jordi "más nacional y reivindicativo, teniendo en cuenta que solo falta medio año para la consulta" soberanista del 9 de noviembre.

Los turistas se han sumado a la celebración de la fiesta y participan "entusiasmados" en la tradición, tal y como han manifestado Sarah y Ben, una pareja de londinenses de 58 años que visitan Barcelona durante una semana y han comprado rosas y libros para regalarse.

Sarah lleva rosas de colores --"¡Nunca había visto ninguna tan bonita y original!"-- mientras que Ben lleva el libro de Jaume Barberà '9N 2014' (Ediciones B), con el que podrá aprender bien el catalán y entender el proceso soberanista, según le ha dicho el librero que se lo ha vendido.

La Diada más artesanal

Son numerosos los paradistas de flores que ofrecen diseños hechos a mano, con originales creaciones de diversos materiales, que van desde las cápsulas de café recicladas hasta el cartón, pasando por el tradicional papel crepé, el cristal y la tela: "Creo que este es el Sant Jordi más artesanal", ha manifestado Marta, de 32 años y con un puesto en el lateral de la plaza Catalunya.

La artesanía se refleja también en los múltiples vendedores que ofrecen puntos de libro y complementos de regalo, así como en la oferta literaria de esta Diada, con una tasa de libros autoeditados que supera el 40%.

Sea cual sea el formato que elijan los consumidores, los libreros y editores catalanes esperan que este Sant Jordi sea "el punto de inflexión para el inicio de una recuperación en el consumo de libros", por lo que confían en que las compras no caigan respecto al año pasado, cuando facturaron 18 millones de euros.

Y parece que los augurios de los profesionales del sector literario pueden cumplirse: "Aunque me están pidiendo los libros más baratos y de bolsillo, estoy vendiendo más que el año pasado. Parece que la gente está animada", ha dicho la vendedora Marta Fernández.