fIESTA DEL LIBRO Y LA ROSA

Un Sant Jordi de siete días

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MARTA-ROSELLA GISBERT
BARCELONA

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Hace tiempo que no se presenta un Sant Jordi tan imprevisible en cuanto a ventas y repercusión como el de este año. A la crisis hay que añadir el hecho de que el Día del Libro cae en Sábado Santo. Por ello, el sector ha diseñado una estrategia que le permita, al menos, que no haya un desplome de las ventas organizando actividades durante la semana previa. El Salón del Cómic, que hoy se inaugura, es una de ellas. También, y fuera del programa oficial, ayer abrió una exposición muy literaria, la muestra central del Any Maragall.

Sant Jordi se acerca. Y esta vez, por imperativo del calendario -cae precisamente en Sábado Santo-, durará más que nunca. Nada menos que siete días. El Gremi de Llibreters de Catalunya espera que las ventas de ejemplares comiencen ya este sábado 16. Aunque más por iniciativa espontánea de los lectores que adelantarán sus compras antes de irse de vacaciones que por una campaña impulsada por el sector: el descuento del 10% solo será aplicable el mismo día 23 (el resto del año el librero solo puede llegar al 5% si quiere tener un detalle) y, pese a que más escritores que nunca recorrerán Catalunya firmando libros en los días previos, el sector no ha conseguido ponerse de acuerdo en una oferta llamativa y sugerente para atraer al comprador anticipado.

Durante la semana previa se han organizado algunos actos, a modo de aperitivo. Nada especialmente novedoso, si exceptuamos el adelanto de fechas del 29º Salón Internacional del Cómic. Además de la feria de la historieta, que hoy abre sus puertas en la Fira de Barcelona, habrá solo unos encuentros literarios en Tortosa, Torroella de Montgrí y Mataró. Y el pistoletazo de salida oficial del Día del Libro se dará el próximo martes con el Pregó de la Lectura en el Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona, a cargo de Josep Maria Castellet.

La descentralización prevista (los libreros esperan incluso ventas mayores a lo habitual en zonas turísticas) tendrá también sus límites. Aunque los editores han animado a sus autores a hacer una gira previa por el territorio, las primeras espadas no quieren renunciar a firmar el día 23 en Barcelona como cada año

CURARSE EN SALUD / La realidad es que editores y libreros están desorientadados sobre en qué modo acabará afectando a las ventas unas fechas tan complicadas. «Aunque sobre todo lo que deseamos, como cada año, es que haga buen tiempo», reconoció el presidente del Gremi d'Editors de Catalunya, Xavier Mallafré. Al calendario hay que sumar también la crisis. Por este motivo, Antoni Daura, presidente del Gremi de Llibreters de Catalunya, se mostró ayer más bien prudente en lo relativo a la facturación: «el país está como está, no somos ingenuos». Igualar las cifras del año pasado (19 millones de euros, un 10% menos que en el 2009), cuando en lo que va de año las ventas en las librerías han bajado otro 10%, ya sería un éxito.

NINGÚN AUTOR QUE DESPUNTE /En el cartel de este año aparecen juntos los tres gremios -editores, libreros y distribuidores, este último adquiriendo un protagonismo que no había tenido otras veces-. Anna Benito, representante del Gremi de Distribuïdors de Publicacions de Catalunya, asegura que este año «no hay ningún autor que despunte», y que esto permite dar a conocer a los autores catalanes, que no quedarán «eclipsados».

Y precisamente la literatura en catalán es uno de los puntos clave del día de Sant Jordi, ya que este día llega al 30% de las ventas en lugar del 20% habitual, según Jordi Ferré, recién estrenado como presidente de la Associació d'Editors en Llengua Catalana.