La calle de las bonitas casas centenarias

Coroleu, la vía que nace en Gran de Sant Andreu, favoreció la expansión del barrio

Calle con encanto  8 Tramo adoquinado de la calle de Coroleu.

Calle con encanto 8 Tramo adoquinado de la calle de Coroleu.

PATRICIA BARAJAS / BARCELONA

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A finales del XIX el pueblo de Sant Andreu empezó a expandirse. Francesc de Parellada, antiguo propietario de los terrenos que van desde la actual calle de las Monges hasta Concepción Arenal, decidió urbanizar sus parcelas. El ayuntamiento concedió los permisos en 1895. La calle de Coroleu, que rinde homenaje al historiador y político Josep Coroleu Inglada (1839 - 1895), era la arteria más importante del terreno de Parellada y ahora es una de las vías más emblemáticas del barrio, en la que destacan sus casas construidas entre 1850 y 1920.

La anexión de Sant Andreu a Barcelona en 1897 paralizó el proyecto urbanístico hasta 1908. En 1913 se construyeron en la esquina con Concepció Arenal tres bloques de casas de estilo modernista, peculiares por su fachada de color verde. «Después, derribaron las casas que daban a la calle Gran de Sant Andreu para abrir de punta a punta la calle de Coroleu», explica Jordi Petit, historiador del Centre d'Estudis Ignasi Iglésias.

Un jardín con palmeras

La plaza de las Palmeres, situada en la misma calle, era el antiguo jardín privado de Parellada. Al urbanizar el terreno, donó su jardín de palmeras al ayuntamiento y le puso el nombre de plaza de Sant Francesc. Los vecinos la conocían popularmente como plaza de las Palmeres y en 1979 adquirió finalmente este nombre.

A lo largo de la calle hay todo tipo de comercios: una floristería, un quiosco, varias peluquerías y tiendas de ropa. Montse Bulló es la propietaria de la Floristería Montse, que lleva abierta 20 años. «El barrio ha crecido mucho y la calle se caracteriza por comercios pequeños pero especializados», explica.

En la misma calle había un cine, el Cinema Coroleu, que abrió en la segunda república, pero que ya no existe. «En la esquina con Concepció Arenal está el bar Mazzantini, que recibe su nombre por la admiración del dueño al torero Luis Mazzantini», comenta Petit. El bar cerró sus puertas en los 90 y hace poco unos okupas intentaron meterse en él. Otro edificio emblemático de Coroleu es la Societat Coral La Lira, que organiza talleres y actividades para los vecinos de Sant Andreu, como por ejemplo taichí y teatro.