PROTOCOLO PIONERO EN ESPAÑA

Salut reducirá radiografías y TAC en niños tras comprobarse su relación con el cáncer

Un menor expuesto a entre 5 y 10 pruebas de este tipo es tres veces más propenso a desarrollar leucemia

Un paciente se somete a un diagnóstico de imagen en el Hospital de la Vall d'Hebron.

Un paciente se somete a un diagnóstico de imagen en el Hospital de la Vall d'Hebron. / Joan Puig

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La Conselleria de Salut de la Generalitat está elaborando un protocolo pionero para reducir en los niños las radiaciones ionizantes --principalmente radiografías y TAC-- después de que dos estudios internacionales hayan comprobado su relación con el desarrollo de cáncer a largo plazo.

Según ha explicado la directora de Ordenación y Regulación Sanitarias, Roser Vallès, "a nivel europeo se ha visto que el exceso de radiaciones ionizantes causan efectos indeseados en los niños", aunque las consecuencias no se perciben hasta 15 años después.

Sendos estudios publicados en 'The Lancet' y 'British Medical Journal' sostienen que exponer un niño a la radiación de dos o tres TAC de la cabeza triplica el riesgo de desarrollar cáncer cerebral, y que un menor expuesto a entre cinco y diez pruebas de este tipo es tres veces más propenso a desarrollar leucemia que un chico sin esa exposición.

SOLO EN CASOS NECESARIOS

Vallès ha destacado que la elaboración del protocolo, el primero de estas características en España, se hará en colaboración con las sociedades científicas, y persigue que este tipo de pruebas "se hagan solo en casos estrictamente necesarios y con las dosis de radiación exactas".

Ha dicho que hasta ahora "quizá se hacían más radiaciones de lo debido sin un estricto criterio clínico, a menudo a petición del propio paciente, que se queda más tranquilo cuando le hacen una prueba para descartar cualquier cosa".

Por eso, la intención de Salut es "que los profesionales sigan protocolos basados en la evidencia clínica y que los pacientes estén bien formados e informados" de los efectos de las radiaciones ionizantes.

Además, ha concretado que reducir las radiaciones en niños responde a dos proyectos de Salut: el Programa de Seguridad de Pacientes y el Programa Esencial de la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias de Catalunya (Aquas, por sus siglas en catalán).

AYUDA DE UNA EXPERTA

Para elaborar el protocolo, Salut ha contactado con la experta en radiaciones pediátricas Goya Enriquez, que liderará la redacción del documento y analizará las prácticas de los centros catalanes en este ámbito.

Enriquez ha explicado que la prueba que afecta más al organismo es el TAC --"a pesar de que en los últimos años ha mejorado mucho"--, por lo que se pedirá a los profesionales que solo la prescriban a niños si es imprescindible.

"Los niños están en fase de crecimiento y sus células no son maduras, lo que les hace mucho más sensibles a la radiación que los adultos", según Enriquez, que destaca la importancia de que los técnicos que realizan las pruebas apliquen las dosis de radiación adecuadas.

TAMBIÉN AFECTA A LOS ADULTOS

Ha destacado que las radiaciones "también afectan a los adultos, pero, como los efectos no se ven hasta 15 o 20 años más tarde, algunos ni viven lo suficiente para desarrollar problemas".

"Siempre que esté indicado es mejor hacer ecografías. Si se puede llegar al diagnóstico de un paciente con una prueba que no sea radiación ionizante, debe recurrirse a ella", ha manifestado.

Ha hablado de la posibilidad de que en Catalunya se entregue una 'tarjeta de radiación' a cada paciente para controlar sus exposiciones, algo que ya se hace en otros territorios europeos: "Para hacerlo, la gente debe estar muy preparada porque, si no, se cae en el alarmismo y alguien se puede negar a hacerse pruebas necesarias".