Las muertes por cáncer de pulmón suben un 26% entre las catalanas

El  cáncer de pulmón femenino se está convirtiendo en una de las alertas sanitarias más inquietantes de la actualidad, como lo demuestra el incremento de un 26% de la mortalidad entre las catalanas a causa de esta patología en los últimos 5 años. La preocupación se extiende a la población adolescente, dada su gran vulnerabilidad para caer en la adicción al tabaco, principal causa de la enfermedad: cada día comienzan a fumar tres menores de edad, según los datos de Salut Pública. Esos son los dos grandes grupos de riesgo señalados por el Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP), que hoy ha aprovechado la presentación del informe ‘Report Card 2015’ para denunciar la inacción de las autoridades al respecto.

“Gobiernan tan de espaldas a la realidad que no nos tienen en cuenta para impulsar políticas contra la enfermedad”, ha expuesto Mariano Provencio, jefe de servicio del Hospital Puerta del Hierro de Madrid y presidente del GEC, integrado por los principales investigadores y especialistas del país. Provencio ha destacado que pese a que el de pulmón es el cáncer más letal para los hombres y el tercero para las mujeres –tras el de mama y el colorectal– , “los recursos destinados para la investigación y el tratamiento son proporcionalmente inferiores a los de otras enfermedades y no se ajustan a la pérdida social que causa”. El dato positivo es que la supervivencia a nivel mundial mejora un 10%. 

INTERLOCUCIÓN NECESARIA

Bartomeu Massutí, jefe de oncología del Hospital General de Alicante, ha incidido en la necesidad de que el Gobierno les considere “interlocutores formales” como paso imprescindible para trazar “un plan integral contra el cáncer de pulmón". Un plan que tendría en el punto de mira el tabaquismo, los fumadores pasivos y la contaminación ambiental, por ese orden, como principales objetivos. Pero con matices. “No vale hablar solo de prevención porque conocemos a los políticos: nos darán la razón por interés para obviar el resto de necesidades”, ha dicho Provencio.

Y ha enumerado algunas de  esas carencias, como la “descoordinación” entre autonomías que impide optimizar “los insuficientes recursos”, la demora en la recepción de medicamentos o la necesidad de un reglamento que detalle el enfoque terapéutico “multidisciplinar” más apropiado. “Ni siquiera hay un registro oficial de este cáncer en España: no hay cifras de muchas provincias”, ha dicho Massutí.

Sí hay datos en Catalunya, donde la patología se cobró la vida de 3.442 personas el 2014, la primera causa de muerte por cáncer. La gravedad del dato se acrecienta con consideraciones de calado que ha aportado Provencio, como que sea un tumor que, con frecuencia, no presenta síntomas en sus primeros estadios y que destaca por su “evolución agresiva y rápida”  hacia procesos de metástasis.

De ahí que haya reclamado intensificar la investigación y la prevención para mejorar el 16% de diagnósticos de estos tumores en fases iniciales, cuando el tratamiento resulta más efectivo. Prevención también, ha incidido Massutí, para voltear las cifras que hablan de 1.200 jóvenes catalanes que se enganchan cada año al tabaco, para evitar que en el futuro “al menos uno de ellos muera de forma precoz”.