hongos

El deporte y el calzado actual favorecen los hongos en los pies

El tratamiento con un nuevo láser ha elevado el índice de curación de hasta el 85% de los pacientes

GUILLEM
SERRA

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«Los hongos nos rodean en nuestra vida cotidiana y nos podemos contagiar», explica el doctor Antonio Zalacain, vicepresidente del Col·legi de Podòlegs de Catalunya. Además de las piscinas y los vestuarios de los gimnasios, lugares donde la gente se contagia más, el podólogo cita otros posibles focos que no se suelen tener en cuenta. «Muchas personas tienen jardín en casa y van descalzas, y en la hierba hay hongos. Otras tienen animales domésticos y no tienen en cuenta que también tienen hongos», advierte. El doctor destaca que uno de los focos de infección más importante son «las rebajas de un centro comercial, en las que uno detrás de otro se van poniendo el mismo zapato sin usar las bolsas para cubrirse el pie».

La cifra de gente que padece hongos «ha aumentado progresivamente en los últimos 20 años», apunta Zalacain. Según el doctor, esto se debe al uso de un calzado más oclusivo y a que «cada vez más personas practican deporte».

Existen dos tipos de infección. «La micosis dérmica o dermatomicosis», que afecta a la piel, «y la micosis ungueal u onicomicosis», localizada en las uñas. Los síntomas en el primer caso suelen ser «picor y escozor», explica Zalacain. Y en el segundo, «la uña, que normalmente es transparente, se va poniendo opaca, empieza a engrosarse y pierde adherencia con el lecho», añade el podólogo.

Zalacain recomienda «ponerse chancletas» en piscinas y vestuarios y una buena higiene diaria de los pies, «lavándolos y secándolos correctamente». También «evitar compartir limas o instrumentos de cortar uñas» y «elegir bien dónde nos hacemos la pedicura». A aquellos que ya han tenido hongos, el doctor les aconseja «desinfectar todos sus zapatos y utilizar fibras naturales para que no suden tanto los pies».

DIAGNÓSTICO PRECISO / Zalacain destaca la importancia de un diagnóstico preciso. «No todo lo que pica son hongos», también «puede ser un eccema, una dishidrosis o una reacción alérgica». Por este motivo, subraya que conviene visitar al especialista. «Con las campañas publicitarias que hay ahora, la gente se aplica el lapicito mágico porque la uña cambia de color, sean hongos o no», lamenta Zalacain.

La infección de piel se cura habitualmente «con la aplicación de unas cremas dos veces al día durante un mes». En los casos más resistentes, «se deben añadir tratamientos orales, aunque pueden tener efectos secundarios», explica el doctor. En las infecciones de la uña «se debe aplicar, diariamente o dos veces por semana, dependiendo del fármaco, una laca si la infección es muy distal» y «añadir un tratamiento oral» si más del 50% está afectada, indica.

Desde hace dos años, la Universitat de Barcelona trabaja con un nuevo tratamiento para eliminar los hongos de las uñas. Un láser de 1064 nanómetros «que da unos resultados extraordinarios», según el doctor, «con una curación del 85% de los pacientes». Zalacain destaca que el láser evita los efectos secundarios derivados de otros tratamientos.