El Primavera se abre a Barcelona con una gran fiesta musical

Todos los festivales pasan por épocas de formación, crecimiento, consolidación, estancamiento y declive. Por ahora, estas dos últimas fases no se avistan en el expediente del San Miguel Primavera Sound, que este año se dispone a marcar un nuevo techo. No solo presenta su cartel más ambicioso (a pesar, incluso, de la cancelación de Björk), sino que además suma dos jornadas gratuitas en el Arc del Triomf (hoy y el domingo) para que el público que no compre la entrada para acceder al Parc del Fòrum también pueda disfrutar de la música en directo.

The Cure, Franz Ferdinand, Rufus Wainwright, Wilco y Saint Etienne son solo cinco cabezas de cartel de un certamen musical convertido ya en el más importante de Barcelona y que hoy, a partir de las seis de la tarde, regala actuaciones de The Black Lips, The Walkmen, The Wedding Present, Jeremy Jay y No More Lies. Una de las más sanas obsesiones del festival ha sido evitar convertirse en una burbuja indie dentro de Barcelona. El éxito de un festival debe ir más allá de los miles de extranjeros que atrae; también para por sentirse útil y querido en tu ciudad. Así, tras iniciativas como los conciertos en bares, parques y estaciones de metro, la nueva apuesta son estos grandes conciertos gratis.

Pero a partir de mañana y hasta el sábado, el Parc del Fòrum será el corazón del festival, con ocho escenarios oficiales y 175 artistas, 21 de los cuales son españoles. Ante tan descomunal oferta, el Primavera se convierte en el destino ideal para tomar el pulso a la actualidad musical (la internacional, se sobreentiende). Más allá de ilustres repetidores como The xx, Spiritualized, Mudhoney, Yo La Tengo, Shellac, Beach House, Dominique A, Lisabö, Sr. Chinarro o Christina Rosenvinge, el cartel también presenta a Baxter Dury (hijo de Ian Dury), Jeff Mangum (líder de los fugaces Neutral Milk Hotel), los reunidos Archers Of Loaf, M83...

EL DÍA DEL GRAN EXAMEN / También abundan artistas emergentes como Grimes, Other Lives, Rustie, Milagres y The Week'nd. De todos ellos se habla maravillas en el extranjero y para muchos será su prueba de fuego, ya que actúan ante grandes cantidades de público y, además, ante programadores y periodistas de medio mundo. Ni siquiera la baja de El-P merma el nivel de la cuota hip-hop: aún quedan A$ap Rocky, Danny Brown y Spoek Mathamboo. De África llega el blues desértico de Bombino. Y la cantautora de los años 60 Buffy Sainte-Marie, autora del Universal soldier que popularizó Donovan, es la gran veterana este año, con permiso de Marianne Faithfull.

Si la música debe ser un reflejo del tiempo en que vivimos, este Primavera Sound es un fiel espejo del oscuro y borroso presente. Las líneas estilísticas predominantes son dos. Por un lado, un metal negro y extremo: Mayhem, Napalm Death, Sleep, Godflesh, Orthodox... Por otro, ese pop escapista de texturas difuminadas y sintetizadores nostálgicos: I Break Horses, Purity Ring, Kindness, Romantics... Por supuesto, también hay bandas de pop de garaje, de post-core, de punk, de indie-rock... Algunas escenas son y serán inagotables.

UN RECORRIDO ASCENDENTE / En el 2001, el Primavera cobraba nueva forma en el Poble Espanyol con grupos de la escena alternativa que hoy ejercen de reclamo para el público veterano. En el 2012, ya aspira a sumar 150.000 visitantes (gracias, en parte, al público de los macroconciertos gratuitos) y se ha asentado como plataforma multiesponsorizada y colecciona elogios institucionales que hasta anteayer solo recibía el Sónar.

No cabe duda de que el festival ha sabido subirse a la ola del mercado indie y hoy es su principal escaparate europeo. Quien quiera entender cómo aquel sector marginal para la industria es hoy uno de sus grandes motores, que pregunte a los Afghan Whigs. Hace 16 años esta banda estadounidense actuó ante apenas 300 personas en Garatge Club, sala del Poble Nou derribada por los planes del distrito 22@. Mañana, actuarán en el escenario principal del Parc del Fòrum ante 20 o 30 veces más gente. Quizá ellos tampoco sepan explicarlo, pero así han cambiado las cosas.