Seísmo en la Monarquía

La Zarzuela confía en que con la declaración acabe el «martirio»

La infanta Cristina, en el funeral de Samaranch, en abril del 2010.

La infanta Cristina, en el funeral de Samaranch, en abril del 2010.

PILAR SANTOS / IOLANDA MÁRMOL / Madrid

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La infanta Cristina intentará hoy con su declaración judicial poner remedio a la crisis más grave que ha sufrido la Monarquía desde la recuperación de la democracia. La Zarzuela, que se ha escudado en las últimas semanas en el respeto al proceso para marcar artificialmente distancias con la hija del Rey, confía en que la  penosa situación que vive la Corona toque fondo hoy y suponga el principio del fin del «martirio» - calificativo usado por Rafael Spottorno, principal asesor del Monarca- del caso Nóos.

En los últimos tres años, Cristina e Iñaki Urdangarin, y también el Rey con su cacería en Botsuana, han dilapidado las reservas de confianza que los borbones habían acumulado durante más de 30 años.

EL ERROR DE LA DESIMPUTACIÓN / El camino de salida no es fácil, pero la Zarzuela considera que es posible la recuperación. Era necesario que la infanta tuviera un abogado en el que confiara no solo ella sino también la institución: Miquel Roca, padre de la Constitución y amigo del Rey. Con él se decidió en la Zarzuela, en enero, al conocerse la imputación por presunto delito fiscal y blanqueo de capitales, que había llegado el momento de que Cristina declarara ante el juez. No más desimputaciones como la del año anterior, algo que ahora se considera un error estratégico. Roca será hoy, probablemente, el único que hable con la prensa en los juzgados de Palma, como representante de la infanta.

«Lo único verdaderamente importante es lo que ella va a decir dentro», decía un portavoz de la Casa del Rey, que ayer intentaba no responder a ninguna pregunta sobre la infanta. Ni siquiera la Zarzuela, en aras del respeto al proceso judicial (que se saltó con la primera imputación, en abril del 2013), ha mostrado estos días confianza en la inocencia de Cristina, algo que sí se atrevió a hacer el presidente, Mariano Rajoy, en la entrevista en Antena 3.

INTERÉS EN EL EXTRANJERO / Spottorno ha impuesto un cerrojazo informativo para intentar evitarse nuevos problemas. El único momento en el que ha admitido preguntas sobre la citación judicial, aunque fueran en off the record, ha sido con la prensa extranjera acreditada en España, a la que convocó el lunes en la Zarzuela.

Los asesores del Monarca son conscientes de que el grado de erosión que ponen de relieve las encuestas y los cada vez más frecuentes abucheos a miembros de la familia real demuestran que hace falta algo más que gestos para salvar el prestigio de la Monarquía. Según ha podido saber EL PERIÓDICO, la Casa del Rey se ha puesto en contacto con expertos en gestión de reputación para explorar la posibilidad de desarrollar un plan estratégico que permita frenar la hemorragia de confianza que sufre la institución.

Estos contactos se produjeron el verano pasado, justo después de que el sondeo del CIS publicase una encuesta demoledora en la que la monarquía obtenía un suspenso sonoro, la nota más baja de su historia: un 3,68. Sin embargo, conscientes de que nada será útil hasta que acabe la instrucción del caso Nóos, como reconoció Spottorno en TVE, ese encargo todavía no se ha producido.

UNOS ENCARGOS HABITUALES / Los planes para mejorar la reputación los aplican en la actualidad las compañías e instituciones más prestigiosas del mundo, y no se anclan en una política de imagen, sino en conducta real, en hechos, y estrictos códigos éticos. Según los principales think tanks internacionales, para gestionar la reputación han de monitorizarse factores como la estima, la admiración y la confianza, y tratar de incrementarlos a través de conductas coherentes con el mensaje de la compañía.

Hasta ahora, la Casa del Rey no ha aplicado una estrategia profesional de estas características, y la renovación se ha limitado al área de la imagen, es decir, de la gestión de la comunicación y la modernización de los canales de información (web), para lo que ha recibido el apoyo de al menos dos empresas catalanas.