CONFLICTO ENTRE SOCIOS PARLAMENTARIOS

Vila tilda de "poco patriota" a ERC por forzar a Mas a ir al Parlament

El 'conseller' de Territori, Santi Vila, con Bjorn Kjos, consejero delegado de Norwegian, el miércoles en El Prat.

El 'conseller' de Territori, Santi Vila, con Bjorn Kjos, consejero delegado de Norwegian, el miércoles en El Prat.

FIDEL MASREAL / BARCELONA

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Vuelve el concepto del mal patriota. Una descalificación que hacía bastante tiempo que no aparecía en la arena política catalana (al menos, dirigida a una fuerza del campo soberanista). Ha debido de escocer mucho en CiU la decisión de ERC de forzar a Artur Mas a hablar de la corrupción y del 'caso Pujol', como para que un 'conseller' tan poco sospechoso de radicalismo independentista como Santi Vila acuse a sus socios republicanos de ser "muy poco patriotas" al unirse a la oposición para llevar al 'president' al Parlament.

Fue en una entrevista en La Xarxa, en la que Vila se despachó contra ERC, acusándole de clavar una "puñalada" a Mas cuando lo importante, dijo, es el reto soberanista que les une. Y añadió que desgastar a Mas es una grave irresponsabilidad porque es el dirigente gracias al cual sectores conservadores, que ven "riesgos» en el proceso, apoyan la hoja de ruta, porque Mas no hará ningún "disparate" a diferencia de lo que haría Esquerra, "y otros", en el poder.

Todo un recital de desconfianza entre socios, que remite a otras descalificaciones con la patria como argumento. Jordi Pujol, en junio de 1998, acusaba a los socialistas de "anticatalanistas" y de no estar "al servicio de Catalunya". Esta vez, la "poco patriota" es Esquerra.

El caso es que mientras CDC y ERC pugnan por liderar el soberanismo, el 'caso Pujol' sigue su curso. Y Convergència ha sumido una vez más con resignación las pocas explicaciones que dio el 'expresident' ante la jueza del caso en el que está imputado por fraude y blanqueo. "Pujol ya está condenado", resume un dirigente del partido. Otro se limita a afirmar: "Es un imputado que usa sus derechos". La estrategia de defensa, asumen, se impone al interés político.

La resignación es el sentimiento actual, tras el socavón que suposo la comparecencia de Pujol en el Parlament, en la que, en lugar de dar explicaciones, reprendió a los diputados. Eso dio a traste con las pocas esperanzas de la actual dirección convergente de lograr que este caso les lesione lo menos posible.

No en vano, este mes de febrero el consejo nacional extraordinario que celebrará CDC se dedicará en exclusiva a la refundación del partido y una de sus bases es la de mostrar una imagen de tolerancia cero con la corrupción. Ahora bien, de ahí a ver cómo ERC fuerza a Mas a dar explicaciones en una comisión de investigación media un gran trecho. Es el trecho que va de gestionar los tiempos a verse arrastrado a una espiral que, según reveló Vila, CDC considera "muy poco patriótica".