Valls advierte con contundencia a los catalanes de las consecuencias de la secesión

Manuel Valls, primer ministro francés, ha alertado este miércoles en Madrid de las consecuencias que tendría para Catalunya una hipotética secesión. "Si alguien cree que se puede salir de un país de la UE sin que ello tenga graves consecuencias políticas y económicas; sin que pase nada, creyendo que todo seguirá igual, se equivoca radicalmente".

"Una situación como esta tendría gravísimas consecuencias para Catalunya, por supuesto, pero también para España y para Europa". Para Valls, nacido en Barcelona, de padre y madre catalanes, "un debate como este no puede hacerse sin tener presentes las graves consecuencias que esto supondría para todos". El dirigente francés, que poco antes se había entrevistado con el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha explicado que este le ha informado de su próxima entrevista con el presidente de la Generalitat, Artur Mas. "Hemos hablado poco de Catalunya", ha manifestado Valls, para reiterar que en estos momentos Europa necesita más que nunca estar unida y que "todo aquello que une, refuerza y todo aquello que divide, debilita".

El dirigente francés ha reconocido que poniéndo este énfasis en las advertencias a Catalunya se extralimitaba en los usos diplomáticos de remitirse a que el 'caso catalán' es una asunto interno de España, pero consideró necesario subir el grado de advertencia, ante la posibilidad de que los ciudadanos "no estén bien informados" de las consecuencias de una hipotética secesión.

El primer ministro socialista ha departido durante una hora con los periodistas españoles en un encuentro informal en la residencia del embajador francés en Madrid, antes de entrevistarse con el secretario general 'in pectore' del PSOE, Pedro Sánchez.

Plan de recortes presupuestarios

Sobre la entrevista con Rajoy, Valls ha explicado que habían debatido "mucho" sobre Europa, del perfil de la próxima Comisión Europea que, ha dicho, "debe responder a los nuevos criterios de flexibilidad en la política presupuestaria". "Debe ser una comisión --ha añadido--, que impulse el crecimiento económico, que responda al discurso que hizo Jean Claude Juncker en el Parlamento Europeo".

"Nosotros, en Francia, ya hemos empezado a hacerlo", ha dicho Valls, en referencia a su plan de recortes presupuestarios combinado con incentivos económicos a las empresas. "Las reformas que vamos a hacer no tendrán sentido si no logramos bajar el paro", ha añadido.

Valls ha calificado la Unión Europea de "proyecto histórico extraordinario, que puede destruirse por el crecimiento del populismo y el nacionalismo". "Si los Estados-nación se dividen, se debilitará Europa". El líder socialista francés, criticado en el propio PS por ser considerado un derechista, ha bromeado sobre ello: "A principios de los 80 me llamaban socialdemócrata, que ya era medio insulto, pero después ya me llamaron demócrata del partido americano, que ya era un insulto en toda regla".

El primer ministro ha defendido su programa de reformas y lo ha diferenciado "del de otros países", en alusión a España, en que los sectores más débiles no verán recortados sus derechos ni limitado su poder adquisitivo. "Apoyamos a las empresas, porque las empresas crean trabajo, y eso es ser de izquierdas", ha señalado. Para insistir en que su plan no recorta servicios básicos de sanidad y prevé la creación de más plazas de profesores y de policías. "La globalización nos ha creado grandes problemas a los que la izquierda debe dar respuesta. Hay que moverse", ha dicho.

Criticas por la poca contundencia con Israel y Hamás

Sobre el conflicto de Oriente Próximo, Valls ha lamentado que EEUU y la UE "no hayan actuado con mayor contundencia para decirles a Israel y a los palestinos lo que hay que hacer". "Esta crisis se resolverá mal y dentro de tres años volveremos a estar igual", ha advertido. Sus palabras, pese a tener algún reproche para Israel, han sido más duras con Hamás a quien ha acusado de "ponerse detrás del pueblo palestino para tener sus mártires".

Valls ha lamentado que el año pasado EEUU no siguiera la propuesta francesa de no ceder ante Asad. "Hay un momento en que los países que cuentan deben decir basta", ha zanjado.