LA INVESTIDURA FRUSTRADA

Junts pel Sí y la CUP se quedan sin margen

Marta Rovira, Raül Romeva, Josep Rull y Jordi Turull, este jueves a las puertas del Parlament.

Marta Rovira, Raül Romeva, Josep Rull y Jordi Turull, este jueves a las puertas del Parlament. / EFE / QUIQUE GARCÍA

FIDEL MASREAL / BARCELONA

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Este sábado se consumará definitivamente el fracaso de las negociaciones del independentismo para intentar iniciar el camino hacia el Estado catalán con un 'president' investido, aunque fuera en una sesión in extermis. El plazo vence este domingo y ya solo se podría convocar una sesión para ese día, pero con la condición de que el candidato obtuviese mayoría absoluta. Salvo un milagro, el fracaso de la enésima reunión negociadora entre Junts pel Sí y la CUP en la sede de la ANC aboca a unas nuevas elecciones el 6 de marzo. Ambas partes asumen que lo que se ha vivido en las útimas horas son simplemente los estertores de una negociación sin salida y la voluntad de cada cual de no aparecer como quien se ha levantado de la mesa de negociación, que ha tenido múltiples aristas, propuestas y tensiones aún por desvelar.

Nadie ha dado la cara este viernes, tras una cita de 45 minutos en la sede central de la Assemblea. Unos y otros, convergentes, republicanos, independientes y cuperos han optado por el mutismo. Fue el líder de la ANC, Jordi Sànchez, quien compareció con gesto grave para admitir que no había acuerdo, que solo queda un "hilo" de esperanza y que las negociaciónes ya no existen salvo un contacto permanente entre todas las partes implicadas.

FÓRMULAS INSÓLITAS

Sànchez explicó que en la reunión previa, el jueves, se pusieron sobre la mesa dos opciones. La primera, que una asamblea de todos los cargos electos catalanes (concejales, diputados del Parlament y de las Cortes Generales) decidiera el candidato a 'president. La segunda, que se le escogiera mediante unas elecciones primarias dentro de tres meses, tras designar a un 'president' provisional. La primera opción fue rechazada por la CUP. La segunda, por Junts pel Sí. Pese a ello, Sànchez dijo ver una "brizna de esperanza", que se circunscribía a las horas que restaban del viernes y las primeras del sábado.

Tras la breve reunión (con presencia, por parte de Junts pel Sí, de Josep RullJordi TurullMarta Rovira y Raül Romeva; y por parte de la CUP, de Gabriela SerraEulàlia Reguant y Hugo Elvira; además del propio Sànchez y de los presidentes de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, y el de la Associació de Municipis per la Independència, Carles Puigdemont) y comparecencia de Sànchez, mutismo generalizado, pero algunos mensajes insistiendo en que de momento no hay solución, que el tiempo corre.

CONFUSIÓN Y REPROCHES

Todo el día sirvió para escenificar una cierta confusión sobre las reuniones y posibilidades de acuerdo. A primera hora de la mañana, el coordinador general de CDC, Josep Rull, anunciaba una nueva reunión vespertina. La última. "Si hoy no hay acuerdo para investir al candidato de Junts pel Sí, Artur Mas firmará el lunes decreto de convocatoria de las elecciones", aseguró en una entrevista en el diario 'Ara'. Pocas horas después, fuentes de la CUP desmentían la existencia de la reunión y avisaban de que no mantendrían contactos bilaterales solo con CDC.

Es más, la formación anticapitalista lanzaba un comunicado mostrando de nuevo su voluntad de entendimiento, pero acusando al resto de actores de "falta de voluntad política" para alcanzar un pacto. El partido insistía en la necesidad de buscar un candidato alternativo a Mas y se muestraba "dispuesta a escuchar todas las propuestas", así como a "explorar compromisos en clave de gobernabilidad". El texto finalizaba insistiendo en que el partido "no se quedará inmóvil" ante la cuenta atrás y expresando su voluntad de llegar a una entente "que permita dar continuidad al mandato surgido de las elecciones plebiscitarias y constituyentes".

MUTISMO Y AUTOCRÍTICA

Ni ERC, ni CDC ni los independientes de Junts pel Sí hablaron en público. Mutismo antes y después del breve encuentro en la sede de la ANC, rodeado de un gran foco mediático. Solo el 'exconseller' y exdirigente del PSC Ernest Maragall lanzó un mensaje coincidente con el de otros en ERC, como Joan Tardà, a favor de que Mas deje paso a otro candidato. No es esta la intención de CDC, como ratificaron este viernes Rull y también la portavoz del partido, Marta Pascal. La frase final de un 'conseller', a última hora del día, era que "quizá la solución es que no haya solución". Es decir, elecciones de nuevo. Pero en todo caso, y de entrada, como apuntó Sànchez, una dosis muy elevada de autocrítica porque el independentismo "merecía una gestión diferente a como se ha hecho, haya acuerdo final o no".