Primera condena judicial por tuits catalanófobos

Primera condena por catalanofobia en Twitter. Un internauta, que tuiteaba con el nombre de @Carloskonami, ha aceptado una pena de ocho meses de cárcel por tuits xenófobos, entre ellos uno que se burlaba de las víctimas catalanas del accidente aéreo de Germanwings, en la primera sentencia firme por catalanofobia que se dicta en Catalunya.

"Poca mierda veo en Twitter para haberse estrellado un avión lleno de catalanes", escribió el 24 de marzo del 2015. @CarlosKonami, que deberá pagar también una multa de 720 euros, puede eludir su ingreso en prisión si retira los mensajes xenófobos de su perfil de Twitter en un plazo de 15 días, no reincide y sigue un curso sobre derechos humanos y no discriminación. El usuario ya borró su cuenta.

El alud de mensajes que hubo de esta índole tras el accidente aéreo de la compañía Germanwings llevó al Ministerio del Interior a investigar el origen y a los autores de los comentarios ofensivos que algunos usuarios de las redes sociales vertieron contra las víctimas. Paralelamente, la asociación de abogados y juristas Drets impulsó una denuncia contra los autores de los tuits catalanófobos y, tras la aparición de los primeros mensajes en este sentido, realizó un llamamiento, tanto en Facebook como en Twitter, para recabar el mayor número de comentarios vejatorios.

Además, los Mossos d'Esquadra también abrieron diligencias contra 17 perfiles en las redes sociales que las horas posteriores a la tragedia publicaron 24 tuits ofensivos con las víctimas del accidente.

LOS LÍMITES DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

En el caso de @CarlosKonami, la Fiscalía detectó que el acusado había publicado "multitud de mensajes de naturaleza racista y xenófoba" entre los años 2014 y 2015 como, por ejemplo: "Insisto: España debería pasar a llamarse Subnormalia y Murcia debería ser considerada la Subnormal profunda". O este otro: "Mandela? Un negro que no sale en 'Callejeros viajeros' ni es negro ni es ná". 

Esta condena, igual que las de los raperos César Strawberry, Valtonyc, Pablo Hásel o el caso de los titiriteros, vuelve a abrir el debate de los límites de la libertad de expresión.

{"zeta-legacy-despiece-horizontal":{"title":"Amenazas de muerte en Twitter a Puigdemont","text":"Carles Puigdemont empez\u00f3 el a\u00f1o recibiendo una amenaza de muerte en Twitter.\u00a0\"Lamento informarle\u00a0de que este 2017 su muerte est\u00e1 declarada\",\u00a0\u00a0escribi\u00f3 el\u00a0usuario\u00a0@LittleMachix,\u00a0\u00a0que\u00a0acompa\u00f1\u00f3 su amenaza de una fotograf\u00eda en la que puede verse a un hombre apuntando con un\u00a0fusil\u00a0de grandes dimensiones. Era la tercera\u00a0amenaza de muerte a trav\u00e9s de Twitter, y la segunda en que esta red social anul\u00f3\u00a0una cuenta\u00a0por este motivo. En la primera ocasi\u00f3n, el 'president' denunci\u00f3 los hechos\u00a0ante los Mossos d'Esquadra\u00a0y el autor de las amenazas acab\u00f3 disculp\u00e1ndose."}}