EXPERIENCIAS DE TERRITORIOS CON ANSIAS INDEPENDENTISTAS

El trauma de una derrota por los pelos aún se deja sentir en Quebec

La opción secesionista perdió por apenas 53.000 votos en 1995

onl-quebec cas

onl-quebec cas / periodico

MONTSERRAT RADIGALES / Barcelona

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El 30 de octubre de 1995,Quebec, la provincia francófona deCanadá, fue por segunda vez a las urnas en un referendo de independencia. El anterior, en 1980, había cosechado un claro, aunque no contundente, rechazo de la opción secesionista (59,5% a favor del no frente al 40,5% de apoyo al sí ). Pero en 1995 las cosas fueron distintas y aunque laopción independentistasalió de nuevo derrotada, lo fue por un margen ajustadísimo, de apenas 53.000 votos. El 50,6% se pronunció en contra y el 49,4% a favor. El trauma de aquella experiencia aún persiste.

"Lo que los dirigentes delPartido Quebequés[nacionalista, entonces en el poder] aprendieron es que si convocas un referendo tienes la obligación de ganarlo. Si no estás seguro, mejor no convocarlo", declara a este diario, desde Quebec,Guy Laforest, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Laval. Por eso, 17 años después, el Partido Quebequés, ganador de las elecciones del pasado 4 de septiembre, no ha anunciado ninguna intención de repetir la consulta. "La experiencia de 1995 fue dramática y creó una gran división. El líder de Quebec,Jacques Parizeau, culpó de la derrota al voto de las minorías y a la financiación. Al día siguiente tuvo que dimitir", dice Laforest.

En el 2006, el Parlamento de Canadá aprobó una moción en la que reconoce que Quebec "es una nación, dentro de un Canadá unido". "Tiene un valor simbólico, pero no fue una aceptación clara y franca. Lo cierto es que Canadá ha endurecido las condiciones para un referendo", explica el profesor.

CÓMO NOS VEN

Los lazos de Quebec conCatalunyason muy estrechos y los dos gobiernos mantienen acuerdos de cooperación. Laforest es un gran conocedor de la realidad catalana y cree que lo que ocurre estos días disparará el interés por Catalunya. Su consejo es que "después de las elecciones del 25 de noviembre, el Govern mantenga el diálogo con las fuerzas leales de la oposición". "Desarrollar el máximo de consenso interpartidista da credibilidad al proceso. El Partido Quebequés no lo hizo y se equivocó" , apunta . Laforest cree también esencial que se defina el estatuto de la lengua castellana en una hipotética Catalunya independiente y dibujar, "con alguna fórmula imaginativa, una futura relación con España que no sea solo la de un país vecino".