El tramo de «decidirlo todo»

Ningún otro de los tramos que conformaron la V superó en colorido de lemas e indumentarias a los situados en la Diagonal con la plaza de Joan Carles I. Y la diferencia hubiera podido ser mayor si no llega a ser por algunas coincidencias cromáticas. La más apreciable de ellas fue que un buen puñado de camisetas de las franjas amarillas no eran las del Ara és l'hora, sino las del SOS Ensenyament públic i de qualitat.Esa fue la zona elegida por fuerzas como Procés Constituent y las Marchas por la dignidad para expresar su defensa del derecho a decidir no solo el futuro político de Catalunya, sino « todo»; también las cuestiones sociales. Allí, en un escenario situado frente al Deutsche Bank, la izquierda alternativa defendió con vehemencia la consulta del 9-N, pero sin olvidar el aviso que lanzaba una gran pancarta: Queremos una república catalana del 99%. Con justicia social. Sin corrupción.A la tarima subieron tanto los dirigentes de las plataformas convocantes como miembros de otros colectivos. Se abominó de los recortes y de la ley Wert y se anunció una iniciativa legislativa popular para cambiar la ley de educación de Catalunya (LEC). También se exigió la abolición de la reforma laboral, la destrucción de las nucleares, el fin de los gobiernos de la Troika e incluso unas representantes del Sindicato de Trabajadoras del Hogar y de la entidad Papeles para todos denunciaron que la ley de consultas, según el borrador, no deja votar a los extranjeros que lleven menos de tres años viviendo en Catalunya. «¿Qué fin persiguen? ¿La continuidad de las políticas restrictivas?», se preguntaron.

No fueron ellas las más aclamadas por los asistentes que aguantaban la solana. Ese honor se lo llevó el sindicalista andaluz Diego Cañamero. «Vuestro avance será nuestro avance. El pueblo catalán tiene derecho a decidirlo todo», se desgañitó. Y todos, sobre todo un grupo de chicas con la camiseta verde de STOP desahucios, le ovacionaron.

La ausencia de Podemos

A medida que se acercaron las 17.14, esos mensajes y carteles quedaron ahogados entre las estelades y los gritos de «independencia», como quedaron diluidos entre la multitud los líderes de ICV-EUiA, Guanyem Barcelona, CCOO, UGT, varias oenegés y otras entidades presentes en el tramo de Gran Via con Balmes y Rambla de Catalunya, donde alguna pancarta también cargaba contra los gobiernos actuales y pedía un nuevo país «sin corruptos». ¿Y Podemos? Marc Bertomeu, portavoz del círculo de Barcelona, explicó a este diario que él sí se manifestó «a título personal», pero que el partido como tal, pese a que defiende el derecho a decidirlo todo, no lo hacía porque «se tendría que haber decidido en asamblea pero no había consenso».