Tona, el "referéndum encubierto" que el Gobierno quiere impedir

El del 1-O no es la única consulta en Catalunya que el Gobierno español quiere impedir. El abogado del estado presentó un recurso contencioso-administrativo contra el ayuntamiento de Tona (Osona) para impedir la votación ciudadana sobre la nueva bandera del municipio al considerar que es un "referéndum encubierto". El requimento judicial llegó el lunes al mediodía (ya iniciada la votación que durará hasta el sábado) y daba 10 días para presentar alegaciones por lo que, como explica el alcalde Josep Salom, cuando "respondamos al juez ya se habrá celebrado la consulta" y que "el resultado que salga de la consulta se aplicará".

"Es surrealista", exclama Salom, que explica que "no pensábamos en un referéndum ni mucho menos". Como él mismo relata, Tona no tenía escudo aún y le encargaron a Armand de Fluvià que hiciera el que les correspondía heráldicamente. Posteriormente, y a partir de los colores del escudo, le pidieron también cinco propuestas de banderas. El pleno del 29 de marzo aprovó por unanimidad que los habitantes de Tona mayores de 16 años (unos 6.700) fueran los que eligieran cuál preferían de acuerdo con la ley de consultas no refrendarias del Parlament del 2014. Aunque el Tribunal Constitucional impugnó algunos artículos, Salom explica que no lo está el que permite someter a votación cuestiones en las que tiene competencia, como esta. 

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El alcalde, que dice que no quiere ser "mártir ni héroe", explica que no hay desobediencia alguna y que presentarán sus alegaciones ante un conflicto al que sigue sin encontrarle sentido alguno. "Deben de haber visto consulta y decidir y han saltado chispas", reflexiona.