GORKA LANDABURU HERIDO EN UN ATENTADO

«No tengo ni odio ni rencor, no me sirve»

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El lunes se despidió de sus escoltas tras vivir demasiados años acompañado y amenazado por tener una lengua valiente que ETA no pudo amputar cuando en mayo del 2001 una bomba casi le mata.

La semana pasada, la Audiencia Nacional condenó a 23 años de cárcel a los etarras que quisieron acabar con este periodista. A sus 61 años, Landaburu les pudo mirar a los ojos. Ya en noviembre había podido mirar, estrechar la mano, escuchar y contestar en la cárcel a los responsables del comandoBuruntzaque le enviaron la bomba.

«Tuve mis dudas sobre si acudir a su llamada. Insistieron mucho. Pero pesó mi condición de periodista y las ganas de escucharles y de que me escucharan», cuenta Landaburu de su encuentro en Nanclares de Oca con el grupo de etarras arrepentidos. El periodista les creyó. Y asegura que este es el camino, el de la reinserción individual, por el que debe de seguir apostando el PP.«El mensaje de Rajoy ha cambiado mucho desde que gobierna, para el bien de todos los que queremos que esto acabe para siempre».

Landaburu apuesta por seguir avanzando, sin pausas,«pero sin prisas». Recuerda que solo han pasado cuatro meses desde que ETA dijo que no volvería a matar.«Y yo me los creo. Pero falta todavía. A ETA y a la izquierda aberzale le quedan muchos deberes por hacer. Falta una autocrítica severa de estos años», advierte.

Asegura que volvería a la cárcel a entrevistarse con los que cumplen condena por intentar matarle.«Se ha hecho justicia, con eso me vale. No tengo ni odio ni rencor, no me sirve de nada. Pero siempre voy con un retrovisor, para no olvidar».