ENTREVISTA AL VETERANO DIRIGENTE DE CONVERGÈNCIA

Antoni Fernández Teixidó: "Es innegable que en CDC hay desconcierto"

FIDEL MASREAL / Barcelona

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Antoni Fernández Teixidó (Barcelona, 1952) lleva 22 años militando en CDC y ha decidido dejar todos sus cargos internos en el partido en protesta por la opción independentista con Junts pel Sí y la actual negociación con la CUP. Procedente del CDS y con una militancia juvenil en la extrema izquierda, Teixidó levanta en público la voz que había expresado en privado y reclama que CDC cierre las puertas para abrir un nuevo proyecto político. No se muerde la lengua sobre la corrupción y el desconcierto en su partido.

-¿Por qué ha decidido dejar los cargos?

-He creído que era lo correcto tras muchos meses, muchos, de discrepancia con la orientación que iba fijando el partido. 

-Leyendo los argumentos

-Esto siempre lo he pensado. Nunca he creído que el fin justifique los medios. En particular en este momento, creo que el país y Convergència y singularmente el 'president' Mas no puede pagar este precio. Yo respeto a todas las formaciones del Parlament, también la CUP. Tienen todo mi respeto pero representan no una cosa distinta a nosotros, representan una cosa alternativa a nosotros. ¿Tenemos algo que ver nosotros con un partido antisistema, antieuropeísta, que está por la desobediencia civil, que enfoca desde el punto de vista revolucionario sus expectativas? Yo creo que no.

"Siempre he pensado que no vale todo para mantenerse en el poder, nunca he creído que el fin justifique los medios; el país, Convergència y singularmente el president Mas no pueden pagar este precio; la CUP no son una cosa distinta a nosotros, son una cosa alternativa a nosotros"

-Entonces según usted ¿por qué se emprenden estas negociaciones?

-Pues es muy sencillo, porque la dirección de CDC y de Junts pel Si llegó al compromiso de que sería el president Mas el que encabezaría el Govenr si los resultados acompañaban. Y quieren cumplir el compromiso con el president y el electorado. Y han llegado al límite de la exploración. Tienen legitimidad para hacerlo, pero no lo comparto.

-¿Qué hubiera hecho usted?

-Tuve la oportunidad de decirselo al president. Hubiera dicho que el resultado electoral era el que era, que estábamos muy cerca de la investidura pero que no podíamos llegar a un acuerdo programático de investidura y menos de legislatura con una fuerza que defiende lo que defiende y que apelábamos a los diversos grupos parlamentarios más afines a nosotros para que entendieran que de forma transitoria cedieran un diputado de un grupo, otro de otro... de manera absolutamente coyuntural. Con un debate abierto no con una formación política sino con un conjunto de formaciones. Y creo que se hubiera conseguido. Y el president tenía que decir que si no se conseguía íbamos a elecciones. No como consecuencia de un desgaste que ha venido aplicando la CUP. La CUP habría podido ceder estos dos diputados pero nosotros no negociaríamos con la CUP.

"Yo hubiera dicho que no podíamos llegar a un acuerdo de investidura y menos de legislatura con la CUP y que apelábamos a los diversos grupos parlamentarios; creo que se hubiera conseguido"

-¿Se ha trasladado la sensación de que para mantenerse en el poder se está dispuesto a demasiado?

-Yo creo que el president Mas sabe que todo esto tiene límites. Pero hemos sobrepasado los límites, desde mi punto de vista. La resolución aprobada no concuerda con el programa de Junts pel Sí no con nuestra tradición y cultura política. Las intervenciones del president Mas no casan con nuestra tradición y cultura política, las propuestas que hizo el último día creo que tampoco. También me hago a la idea de que es muy difícil plantear que hemos de ir a elecciones anticipadas pero el pueblo de Catalunya lo entendería perfectamente.

-¿Hay desconcierto en Convergència?

-Yo creo que sí. Es bastante innegable.

-¿Desconcierto respecto a las posiciones de más o menos soberanismo, y en el eje ideológico...?

-Este es un debate complejo en un momento muy complicado. Ver que estás cerca de una investidura y que finalmente no es posible genera frustración. 

-¿Qué le gustaría que fuera CDC en el futuro...si es que se ha de llamar Convergència?

-No, no se ha de llamar Convergència. Ha de ser un partido que aspire a ocupar la centralidad política, con una voluntad de consensuar espacios: social cristianos, social liberales, socialdemócratas liberales, liberales...que podemos compartir un espacio de centro, con un objetivo que es el derecho a decidir, que es muy amplio en Catalunya. No hay la obsesión por un solo punto del programa. Porque para hacer otra cosa ya hay otros. Si usted es muy independentista y con posiciones de izquierdas, tiene más de un partido, uno que lleva 30 años: ERC. El espacio que hemos de ocupar es el espacio hegemónico, de centro, con formas nuevas de expresarse, que hace balance del devastador fenómeno de la corrupción, de una etapa vivida en el ámbito nacional, de la crisis, y con activos nuevos y viejos para una nueva etapa.

-¿Cree que CDC como organización bajará la persiana?

-Lo decidirán los militantes. Yo creo que es difícil que CDC tenga una evolución orgánica, que es la misma cosa con un ropaje diferente. Lo veo muy difícil que pueda hacer esta revolución orgánica y hemos de ir por otro camino, el de apelar a un espacio que estamos perdiendo y fijar fronteras frente a otros partidos. Y construir un partido fuerte para los próximos 30 años de Catalunya.

-Quizás algunas reflexiones de las últimas horas como las del conseller Mas-Colell o consellerFrancesc Homs.

-No se lo sé decir. Usted cita dos personas con planteamientos diferentes. No se puede poner en el mismo saco la reflexión del conseller Mas-Colell y la del candidato, y subrayo candidato, Homs. Son diferentes y tienen peso político diferente.

-Antes ha hablado de la corrupción. ¿CDC tiene un problema con la corrupción, con su financiación?

-CDC y doy fe personal ha hecho en los últimos años un extraordinario esfuerzo en aparecer como un partido transparente, son miles los militantes intachables. Pero que ha tenido problemas en este ámbito es indiscutible. Desgraciadamente. Y hemos de extraer las lecciones. Un partido del siglo XXI ha de aparecer limpio y las personas que se dedican la política han de aparecer limpias desde todos los puntos de vista. Esto afecta a todos los partidos que han tenido experiencia de gobierno. Prácticamente a todos. Seguramente hay un contexto que puede explicarlo pero estamos en un nuevo siglo, nuevo ciclo y hemos de hacer frente a estas exigencias. La transparencia y honestidad son innegociables.

-¿Deja ahora sus cargos porque no ha podido ir a la candidatura de CDC en las generales?

-No. El president y yo sabíamos que rea muy difícil llegar a un acuerdo de cómo ir a Madrid. ¿Qué se ha de hacer en Madrid? Defender Catalunya y negociar. Y esto se ha de hacer con un talante absolutamente abierto. Los diputados y españolas no son nuestros adversarios nacionales, defienden sus posiciones políticas. Sólo podemos conseguir los objetivos que queremos desde la empatía política y el respeto. 

-¿Ha recibido felicitaciones en CDC por la decisión que ha tomado y sus ideas?

-Bastantes pero la sorpresa es que muchas desde fuera. Me sorprende la cantidad de gente que me dice. "Le agradezco su coraje"

-¿Se puede dar la paradoja que usted iniciar su carrera a la izquierda de CDC y la acabe a su derecha?

-No. Es verdad que de joven fui un militante radical, no lo he escondido. Explica la generación de jóvenes que nos enfrentamos en la calle al franquismo en defensa de las libertades. Cuando esto acabó necesitábamos otra mirada. Desde entonces mi posición no ha cambiado: liberal, moderado por naturaleza, ha defendido a Catalunya siempre, no de forma irremisiblemente enfrentado a los intereses de la nación española. Desde el CDS hasta hoy. Me siento cómodo donde he estado siempre si quita esta etapa de joven radical...

"El 'president' hará todo lo posible para ser investido porque la alternativa de elecciones en marzo es muy complicada pra todos...pero cuidado, quizás para la CUP no lo es tanto; mi discrepancia es el precio que hay que pagar"

-¿Como la CUP?

-La CUP está en la calle con un sistema democrático. Nosotros estábamos en la calle contra un sistema totalitario. Ellos luchan por cambiar un sistema democrático. Nosotros luchábamos por cambiar un sistema totalitario. Me merecen respeto como cualquier otra fuerza. Ha de tener cada cual la modestia y la cordialidad, Fernández Teixidó es un hombre cordial, atento y respetuoso con todos. Ahora bien, ¿antisistema? no ¿anticapitalista? tampoco, ¿antieuropeísta? tampoco, ¿revolucionario? tampoco. ¿Esto lo digo porque conozco a la CUP? Quizás sí.

-¿Cómo acabará la negociación de la investidura?

-El president hará todo lo posible para ser investido porque la alternativa de elecciones en marzo es muy complicada políticamente para todos. Hace unas semanas parecía que lo era para todos. Pero cuidado, hoy quizás para la CUP no lo es tanto...no lo digo yo, lo dice el CEO. El president y Junts pel Sí han dado paso para conseguir la investidura y quizá lo logren. Mi discrepancia es el precio que hay que pagar.