CAMINO DE LA INVESTIDURA

El talón de Aquiles de Podemos

Pablo Iglesias durante una comparecencia de prensa en el Congreso.

Pablo Iglesias durante una comparecencia de prensa en el Congreso. / periodico

IOLANDA MÁRMOL / MADRID

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Es la peor encrucijada en la que se ha visto Podemos, incluso tras el valioso capote que les ha echado Alberto Garzón y que permite que comiencen las negociaciones a cuatro bandas con el PSOE, IU y Compromís. A pesar del aparente desbloqueo, Pablo Iglesias sigue exigiendo a Pedro Sánchez que elija bando. Ciudadanos o Podemos. Sin embargo, mientras el socialista tenga la iniciativa como candidato propuesto por el Rey, es Iglesias quien tendrá que elegir. Porque el órdago que envía implica riesgos difícilmente asumibles para un partido en el que laten más debilidades de las aparentes. 

Aduce el PSOE que, bajo el farol de querer formar un gobierno de cambio, Iglesias busca elecciones, pero esta conclusión no encaja ni con la lógica interna del partido, ni con su análisis demoscópico, ni con su estrategia de avance.  

UN RIESGO ELECTORAL

En lo orgánico, Podemos tiene frentes abiertos que le restan energías. Hay batallas internas -que ellos denominan “disensos transparentes”- en cuatro comunidades. En Catalunya, Podem sigue descabezado y hay discusión sobre las fórmulas de encajar con En Comú Podem. Además, la estructura estatal vive un pulso de fuerzas. La evolución de su hipótesis nacional-popular al “país de países” les obliga a invertir esfuerzos pedagógicos con sus bases. Y, por si fuera poco, todavía no han devuelto los 'crowdfundings' que solicitaron para financiarse.

Con esta realidad interna, los de Iglesias afrontarían una cita electoral tan cuesta arriba que parece complicado que ese sea el objetivo prioritario con el que se sienten a negociar.

Es más, sus dirigentes opinan que un fracaso negociador crearía frustración, aumentaría la abstención y jugaría en su contra. Es cierto que Podemos se crece en campaña, como demostró el ‘efecto remontada’, pero resulta insoslayable que, en este contexto, unos nuevos comicios implicarían un riesgo mayor del que el partido reconoce cuando afirma que no tiene miedo a volver a las urnas. El temor, existe. 

‘PASOKIZAR’ DESDE LA OPOSICIÓN

Más allá del análisis demoscópico, está el estratégico. Podemos nació con el objetivo de superar al PSOE y doblegarlo como única fórmula para alcanzar la hegemonía, algo se antoja mas sencillo desde la oposición que desde un gobierno de coalición.

Sus dirigentes han defendido desde la fundación que, si no sobrepasaban a los socialistas, lo más efectivo era empujarles a la derecha. Forzarlos, en definitiva, a la ‘pasokización’, que destruyó al partido socialdemócrata griego [Pasok]. ¿Empuja Podemos, con desaires y exigencias, al PSOE hacia un abrazo con C's para conducirles al precipicio de la ‘pasokización’? Aun si así fuera, Sánchez y Albert Rivera sumarían 130 escaños y necesitarían abstenciones. La del PP (123), que Mariano Rajoy no está dispuesto a conceder. O la del propio Iglesias (65), que se niega también. 

Pero como bien dice el de Vallecas “la política es el arte de lo posible”. O allana el camino a un gobierno de coalición; o desencadena elecciones; o paga el peaje de abstenerse, se sitúa en la oposición y castiga desde ahí a los socialistas en una legislatura que, de empezar, se prevé frágil y breve.

{"zeta-legacy-despiece-horizontal":{"title":"La guerra del relato","text":"\u201cLa oferta va en serio. Somos 'la malquerida'. Es el PSOE quien nos desprecia. No estamos haciendo un relato\u00a0cara a la galer\u00eda y por detr\u00e1s otra estrategia\u201d. Es la argumentaci\u00f3n que los dirigentes podemistas repitieron, con tono quejumbroso, durante toda la semana para cargar de culpas al adversario. Enfrente, los responsables socialistas acusaban a los de Iglesias de \"arrogancia\". Con sus quejas, ambos partidos buscan blindarse ante sus simpatizantes, conscientes de que, si no hay gobierno de cambio, les costar\u00e1 explicarlo a un electorado que puede reaccionar con hartazgo."}}