Susana Díaz desembarca en L'Hospitalet y pide una "mirada comprensiva" hacia Catalunya

Desembarco de Susana Díaz en Catalunya, en esa cabeza de puente que todo líder andaluz utiliza, como es L’Hospitalet. Y lo ha hecho en un acto sobre regeneración democrática, en compañía de Ximo Puig, presidente valenciano, y las alcaldesas Núria Marin y Núria Parlón. Díaz y Puig, antagonistas de Pedro Sánchez; Parlón, posible rival de Miquel Iceta. Un acto 'antiestablishment' que, sin embargo, se ha saldado sin daños colaterales. Díaz, además, ha trazado uno de esos discursos que tanto gustaba hacer a Felipe González en tierras catalanas, de profundo respeto y admiración hacia Catalunya, sin entrar mucho al detalle. Así, por ejemplo, frente al proceso soberanista la presidenta de la Junta ha reclamado una “mirada comprensiva” hacia esta comunidad que “permita un buen acuerdo para todos”.

Podría entenderse que el PSC, merced al apoyo incondicional de Iceta a Sánchez, es territorio comanche para la que frecuentemente se dibuja como a la principal enemiga del secretario general. “Miquel, cuando vengo al PSC, me siento como en casa”, ha afirmado antes de abogar por aquello de la España plural y diversa. “El PSOE es el único que puede garantizar el encaje de Catalunya en España que se precisa”, ha sentenciado.

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También Puig se ha referido al ‘problema catalán’ y se ha reafirmado en su receta: retornar al Estatut del 2006, el que fue mutilado por el Tribunal Constitucional. Y a partir e ahí, emprender una reforma constitucional. “La reforma, cuanto antes. Pero que nadie nos toque la bandera de la atención a las personas” ha dicho después Díaz.

TREGUA AL LÍDER

Y es que Díaz y Puig, los dos principales barones territoriales del PSOE que, por motivos distintos, se han significado por mantener una mayor oposición a Sánchez, han dado tregua a su líder. En la cuestión más candente en la capital de España, ambos han afirmado que el lugar de los socialistas tras el 26-J es "la oposición" y han sacudido de los hombros del secretario general la responsabilidad de que haya o no Gobierno. “Corresponde en exclusiva a Mariano Rajoy la responsabilidad de hallar una mayoría”, ha sentenciado la presidenta de Andalucía.

De Puig, que gobierna en la Comunidad Valenciana gracias a un pacto de las izquierdas, no sorprende que se oponga a que el PSOE se abstenga en favor de Rajoy. De hecho, las discrepancias de Puig con Sánchez se produjeron, sobre todo, cuando el líder socialista le cortó las alas cuando intentaba una alianza con la confluencia de Podemos en València para el Senado. Díaz, por su parte, siempre se ha mostrado más beligerante a un pacto con Podemos que a permitir el paso del PP hacia la Moncloa. Conjurado el peligro, si es que lo hurbo, de que Sánchez se entendiera con Pablo Iglesias (“Si no fue posible con 90 diputados, menos lo va a ser con 85”, ha declarado en L’Hospitalet), la andaluza se ha permitido rebajar el grado de hostigamiento: “Quiero ser respetuosa con Sánchez, la situación no es fácil”.

ICETA SALUDA

Los presidentes han acudido a L’Hospitalet para participar en un acto que varias fuentes y familias del socialsimo han calificado de “extraño”. Logísticamente organizado por el PSC de L’Hospitalet, aunque aun se duda sobre la autoría intelectual del acto, el evento ha contado con un saludo de Miquel Iceta.

El primer secretario del PSC no había sido invitado en un principio y, después, diríase que con calzador, se le atribuyó eso, “un saludo”, como se ha encargado él mismo de subrayar. Tras derretirse en glosas a los participantes, Iceta ha querido terciar también en el debate de si Sánchez debe o no favorecer la investidura de Rajoy: “Regeneración democrática y Jorge Fernández Díaz es incompatible. Aplaudo a Sánchez por negarse a facilitar un Gobierno continuista de derecha presidido por Rajoy”.