LA ENCRUCIJADA DEL SOCIALISMO

Díaz evita comprometerse a integrar a Sánchez si gana las primarias

IOLANDA MÁRMOL / MADRID

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La precandidata a la secretaría general del PSOE, Susana Díaz, ha criticado este lunes la intención del socio electoral de los socialistas, Pedro Quevedo (Nueva Canarias), de apoyar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) que inician esta semana su trámite parlamentarioPresupuestos Generales del Estado (PGE). Díaz ha matizado que no le consta oficialmente ese voto a favor que inclinaría la balanza en el hemiciclo, pero ha advertido de que si así fuese, estaría contraviniendo la lógica de relación acordada entre ambas formaciones. No ha querido ir más allá y, en una entrevista en la Cadena Ser, no ha concretado si un voto favorable rompería la relación entre PSOE y el partido canario. "Los que vamos en una coalición electoral tenemos que compartir las posiciones", ha reprochado. "Si soy secretaria general daré mi opinión y la trasladaré a nuestros socios", ha señalado, pero preguntada por si rompería la relación ha recordado que "todavía" no dispone de esa responsabilidad como líder del PSOE.

Díaz tampoco ha confirmado qué puesto podría ocupar su principal adversario en las primarias del próximo 21 de mayo, Pedro Sánchez, si es ella la que se impone en los resultados. Ha comprometido "respeto a las trayectorias personales y colectivas" y ha insistido en que su labor es "unir el partido", pero ha eludido posicionar a Sánchez. "Para arrimar el hombro se puede estar en un ditio u otro. Eso no toca ahora", se ha limitado a opinar.

Díaz ha postulado su candidatura desde el significante orden, capaz de volver a seducir a las mayorías sociales que hicieron del PSOE un partido de gobierno y desde ahí ha apelado, no solo a los militantes socialistas, sino al conjunto del cuerpo electoral. "En este PSOE no caben buenos ni malos. Los adversarios están fuera", ha indicado.

DISTANCIARSE DE PODEMOS

El discurso de Díaz busca, sin citarlo, marcar las distancias con Sánchez al establecer las líneas de relación con Podemos y aprovecha para criticar algunas fórmulas de los morados que no comparte. Riesgos en los que, a su juicio, el PSOE no debería caer. Uno de ellos, las consultas permanentes con la militancia. La precandidata se ha mostrado favorable a "regular" cuándo un secretario general debe preguntar a sus bases y ha indicado que, en su opinión, no debe ser en la toma de cada decisión. 

"No somos un partido asambleario", ha razonado, para exponer que es el líder del partido el que debe asumir la mayor parte de las decisiones. "Yo nunca he cre ído que un líder se relacione directamente con la base sin órgano de control porque eso tiende a sistemas no democráticos" ha advertido. 

En su camino por marcar distancias ha insistido en los riesgos del populismo, que considera "una amenaza" fácil de expandir pero con resultados negativos una vez puesto en práctica. "Hablarle a las entrañas de la gente es muy fácil. Yo prefiero hablarle a la razón", ha indicado, en un mensaje a navegantes más que de mares externos, quizá, de los propios ríos socialistas.