Díaz da otro paso hacia el adelanto electoral y pide un pleno el lunes

El Parlamento andaluz celebrará el lunes un pleno extraordinario para abordar asuntos de sanidad, una convocatoria que la presidenta de la Junta, Susana Díaz, puede aprovechar para anunciar su intención de no agotar la legislatura y adelantar las elecciones al mes de marzo.

Las alarmas se desataron ayer por la mañana cuando el presidente de la Cámara, Manuel Gracia, solicitó una sesión especial para abordar la estrategia de la Junta ante la hepatitis C y las urgencias hospitalarias. Díaz tiene poco margen para poder disolver el Parlamento y convocar elecciones. De hecho, tiene como fecha tope el martes, día 27, si quiere llamar a las urnas en marzo.

Si la presidenta da ese paso el lunes, necesitará convocar un Consejo de Gobierno extraordinario y firmar después la disolución de la Cámara para poder publicar la decisión en el boletín oficial de esa comunidad.

EL SECRETARIO GENERAL SE REIVINDICA

Díaz declaró ayer que la decisión "no puede demorarse más" y aseguró que tendrá en cuenta a los andaluces y no a los partidos, ni siquiera el suyo. "En el PSOE tiendo a coser, a unir, como he hecho en Andalucía", afirmó, aunque muchos dirigentes del PSOE vean en ese adelanto, y en su probable triunfo, una amenaza al liderazgo de Pedro Sánchez.

Entre la tensión con Díaz y la reunión conocida el miércoles entre José Luis Rodríguez Zapatero y Pablo Iglesias, Sánchez vive un delicado momento político. Ayer se supo que en ese encuentro también participó el secretario general del PSOE en Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, quien, como Zapatero, no se sintió obligado a informar al líder del partido. Sánchez tuvo que defenderse ante los micrófonos y aseguró que se siente "más que legitimado" para liderar a sus militantes, que le eligieron hace seis meses. En una entrevista con RAC-1, dijo tener "una buena relación" con Díaz y destacó que su "rival" es Mariano Rajoy.

BLINDAR ALGUNAS COMPETENCIAS

En cuanto a Catalunya, Sánchez descartó que la reforma constitucional que defiende incluya para esta comunidad un sistema de financiación especial como el de Euskadi y Navarra. Es por "solidaridad", apuntó, aunque sí mostró ser partidario de reconocer "mayores cotas de autogobierno", "blindar" las competencias educativas y culturales, y dar una especial protección al catalán.

En la línea de Rajoy, niega el carácter plebiscitario del 27-S y cree que "una mayoría de los catalanes no darán apoyo al independentismo". El derecho a decidir, en su opinión, "tiene que ser decidido por todos los españoles" y, frente al "debate de la identidad", propondrá "abanderar el de la igualdad".