LA ENCRUCIJADA SOCIALISTA

Díaz ve compatible presidir Andalucía y liderar el PSOE

Susana Díaz, este martes en Sevilla.

Susana Díaz, este martes en Sevilla. / periodico

JUAN RUIZ SIERRA / MADRID

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Susana Díaz ya verbaliza en público algo que sus colaboradores venían trasladando desde hace meses: es posible ser al mismo tiempo presidenta autonómica y secretaria general del PSOE. Ambos cargos son compatibles "siempre que se pongan por encima de todo los intereses de la gente", señaló la presidenta andaluza el lunes por la noche en una entrevista en Canal Sur Televisión, dejando entrever sus ambiciones, que pasan por alcanzar el liderazgo socialista en el congreso que el partido celebrará el año que viene sin abandonar el Gobierno de la Junta.

No hay precedentes en el PSOE de algo así, y muchos dirigentes alertan de los problemas que podría generar. En un momento de tanta división interna como este, casi todos los que ponen objeciones se alinean con el dimitido Pedro Sánchez. "Lo que pretende Díaz sería un desastre. Primero, porque el liderazgo del PSOE exige dedicación completa. Pero sobre todo porque tendría un conflicto de intereses ante cualquier problema de tipo territorial. Si hay un conflicto con el agua, por ejemplo, que afecta a Andalucía, ¿cómo actuaría? ¿Como presidenta de esa comunidad o como líder de todos los socialistas?", se pregunta un diputado afín al exlíder.

Los defensores de la candidatura de Díaz, en cambio, consideran que puede llevarse a cabo. Ponen el ejemplo de María Dolores de Cospedal, la secretaria general del PP, cargo que compatibilizó con el de presidenta de Castilla-La Mancha hasta mediados del año pasado. Mariano Rajoy era el líder del partido, pero "quien llevaba las riendas", explican los partidarios de Díaz, era, y es, la actual ministra de Defensa.

No hay reunión del PSOE que no ponga de manifiesto la fractura de la formación. El portavoz de la gestora, el andaluz Mario Jiménez, mano derecha de Díaz, se reunió este martes tanto con los diputados como con los senadores socialistas, pocos días después de que se aprobaran los relevos en ambos grupos parlamentarios, que afectan a quienes mantuvieron el voto en contra de la investidura de Rajoy y a los que, acatando el mandato del partido y absteniéndose a su pesar, siguen siendo dirigentes muy cercanos a Sánchez.

EL VOTO EN CONCIENCIA

Varios de los afectados por los relevos (ninguno del PSC) criticaron a la dirección provisional del PSOE, a la que no conceden autoridad para decidir estos cambios. La función de la gestora, sostuvieron, se debería limitar a convocar un congreso para elegir un nuevo liderazgo. Jiménez contestó que el organismo estaba capacitado y argumentó que los díscolos, al pedir el voto en conciencia en la investidura, habían puesto en duda "la conciencia de los demás compañeros". Fueron reuniones, coincidieron ambos bandos, "muy tensas".