Susana Díaz avisa a Rajoy de que va "tarde y mal con Catalunya"

La presidenta andaluza, Susana Díaz, sacó el lunes a relucir su papel de mujer de Estado y, en un repaso por la política nacional durante su segunda entrevista en la Moncloa con Mariano Rajoy, le urgió a liderar el diálogo con Catalunya. "Vamos tarde y mal, y no hay nada peor que eso". Y alertó que "todo lo que no mejore puede empeorar".

El modelo territorial y su posible reforma a través de la Constitución fue uno de los aspectos abordados por la socialista en su encuentro con el jefe del Ejecutivo, pese a que el motivo de su cita era presentarle una batería de propuestas sufragables con fondos del 'plan Juncker' y abordar cuestiones de financiación. Díaz apuntó que "el problema de Catalunya no es solo el cumplimiento de las leyes", en alusión a la admisión por parte del Tribunal Superior de Catalunya de las querellas contra Artur Mas, Joana Ortega e Irene Rigau. "Hace falta política, diálogo, concordia y presentar un proyecto de convivencia para los próximos 15 años, que es nuestra obligación", resumió. Unos pasos que, a juicio de la presidenta andaluza, "necesitan liderazgo y presentar el proyecto de futuro, sobre que España merece la pena, que los españoles demandan y el país necesita". En este sentido, consideró que se estará haciendo "un favor al conjunto del país" si el Gobierno es capaz "cuanto antes" de dar voz a miles de catalanes que no se quieren ir de España "pero que no tienen quién les represente porque el presidente de la Generalitat ha decidido no representar a una parte importante de ciudadanos".

"ESPAÑA NO ESTÁ BIEN"

Díaz volvió a mostrarse a favor de una reforma constitucional consensuada y dialogada, con las únicas líneas rojas, dijo, del respeto a la unidad de España y la igualdad de ciudadanos vivan donde vivan. "Ese proyecto es necesario porque España no está bien", afirmó, ni económica, ni social ni territorialmente. Y en su definición, la también secretaria general de los socialistas andaluces defendió el papel fundamental del PSOE para proponer "una alternativa progresista" que dé respuesta a una inmensa mayoría de la gente "desde el sentido común, la centralidad y una vocación reformista".

Desde la sala de prensa de la Moncloa, Díaz aún tuvo tiempo para echarle en cara a Rajoy que dé por superada la crisis; para arremeter contra la supuesta ambigüedad de Podemos en temas tan complicados como el catalán o para advertir a IU, todavía su socio en la Junta, de que no permitirá que "nadie" le ponga fecha de caducidad a su Gobierno.

"RUIDOS INTERNOS" DEL PSOE

Y, cómo no, le llovieron las preguntas sobre la situación interna del PSOE y el cuestionamiento de la figura de Pedro Sánchez. Ella trató de zafarse de la polémica alegando que hablaba como presidenta de la Junta y no como socialista. Sin embargo, tras pedir responsabilidad, fortaleza y unidad en las filas socialistas para tener un buen resultado en las próximas elecciones, mandó un primer mensaje en clave institucional. "Por encima de mi partido me preocupa mi país, que se juega mucho y no está para que el PSOE ande distraído en ruidos internos", sentenció.

"¿Y Sánchez?", se le planteó una y otra vez. Díaz dijo que él cuenta con todo su apoyo como secretario general y que, de hecho, le había informado de lo que pensaba exponer a Rajoy en la entrevista mantenida ayer. Pero dejó en evidencia también que cosa bien distinta es que vaya a respaldarlo como candidato a la Moncloa en unos meses. "Al igual que el pasado verano no me pronuncié a favor de ningún candidato, no lo haré ahora", respondió, a sabiendas de que una contestación semejante avivaría aún más la polémica.

Tras la presidenta andaluza salió a la palestra el secretario de Estado de relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón quien, desde hace días, realiza labores de comunicación en el Gobierno. Los periodistas trataron de que este portavoz del Ejecutivo marcase diferencias entre Sánchez -a quien Rajoy intenta ningunear al rebajar su nivel respecto del de Alfredo Pérez Rubalcaba en el Parlamento- y Susana Díaz. Pero no quiso Ayllón entrar a ese trapo. "Es imposible comparar si la responsabilidad no es la misma", zanjó, limitándose a resaltar las inversiones del Estado en Andalucía.