Díaz achaca la ruptura a IU por su acercamiento a Podemos

La ruptura del acuerdo de Gobierno en Andalucía se ha formalizado este lunes conforme al guión previsto, y la presidenta Susana Díaz ha convocado el adelanto electoral achacando toda la responsabilidad al "giro radical" dado por su socio de Gobierno en los últimos meses, especialmente desde que Alberto Garzón se consolidó en la dirección federal. "Desconozco si hay razones de convergencia con otras fuerzas políticas que lo motiven, pero no se trata de un malentendido o un equívoco", aseguró.

Díaz firmó el decreto de disolución del Parlamento al filo de las 14 horas, después de habérselo comunicado al coordinador general de IU, Antonio Maíllo, el día antes. Según explicó en rueda de prensa, desde el cambio en la dirección federal de IU, el pacto "se convirtió en un obstáculo para algunos". Una inestabilidad a la que se sumó la posible consulta de IU a la militancia sobre la continuidad en el Gobierno justo después de aprobar las cuentas para el 2015.

"Incomprensiblemente, los presupuestos aprobados en diciembre ya no fueron motivo suficiente para tener garantizada la finalización de la presente legislatura", lamentó. Díaz apuntó que los tres años de convivencia fueron de "esperanza" para mostrar que se podían hacer las cosas de otra manera, por lo que no se puede calificar de "fracaso" la experiencia del laboratorio de izquierdas, como se llegó a calificar al pacto andaluz en un mapa territorial ocupado en su totalidad por el PP. "Y hubiera sido posible alcanzar los cuatro años si no se hubiera puesto en precario un gobierno", lamentó.

Pero ahora las encuestas son favorables al PSOE. Díaz es la política andaluza mejor valorada y más conocida, y los sondeos dan una ventaja de casi 10 puntos a los socialistas sobre el PP, la lista más votada en el 2012. La presidenta auguró ayer que "el cariño que la gente le demuestra en la calle" se traducirá en votos, y podrá lograr una mayoría suficiente para gobernar en solitario.

IU, por su parte, arremetió contra el PSOE porque no buscó estabilidad "sino parálisis y sumisión", y calificó de "tremendamente débiles" los argumentos dados por la presidenta para un adelanto electoral decidido desde hace tiempo. Y cerró la puerta a cualquier reedición del pacto en un parlamento que se augura fragmentado y casi ingobernable. "Cuidado con el PSOE, que no es un interlocutor de fiar. Firma y no cumple, acuerda y se niega a ejecutarlo", sentenció Maíllo.

LA CORRUPCIÓN

Los ya exsocios recurrieron al socorrido tema de la corrupción, a cuenta de la estratagema del PSOE para incluir a los exconsejeros autonómicos señalados en el caso de los ERE en la Diputación Permanente. De esta forma, quedan blindados y mantienen su aforamiento durante la campaña electoral, evitando ser llamados a declarar por la jueza Mercedes Alaya. "Cinco minutos solos y vuelven a las andadas", resaltó Maíllo, mientras que Díaz reclamaba "respeto" porque aún no han sido imputados formalmente.