Sin diálogo hasta el post 1-O

El tradicional Civet de Fonteta organizado por el empresario Luis Conde ha reunido a las élites empresariales de Catalunya y Madrid. Los líderes políticos han sido los grandes ausentes

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Olga Grau

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Fonteta es una pequeña localidad del Baix Empordà en la que se reúnen cada año las élites empresariales y políticas de Catalunya y Madrid para compartir un almuerzo que tiene como plato principal el jabalí. El anfitrión del encuentro es el empresario cazatalentos Luis Conde quien acoge en su masía rodeada de viñedos a los comensales con dos objetivos: promover el diálogo entre Catalunya y España en un ambiente discreto y distendido y recoger fondos para la Fundación Paideia que él preside.

Los encuentros de Fonteta se iniciaron hace seis años, coincidiendo con el viraje independentista de la antigua Convergència, y se han convertido en un termómetro de la temperatura política año tras año. En abril del 2016 Ana Pastor, Jorge Fernández Díaz, Rafael Catalá y José Manuel García Margallo compartieron mantel con Carles Puigdemont y Oriol Junqueras. No eran épocas boyantes de relaciones amables, pero se conversó de forma distendida. Este sábado han acudido más de 300 políticos y empresarios a Mas Anglada, pero con un plantón total del Ejecutivo de Madrid y con la ausencia del president y del vicepresident de la Generalitat, ambos invitados.

El Govern ha querido compensar la ausencia de la cúpula política con la presencia de cinco consellers, los de Presidència, Jordi Turull; Territori i Sotenibilitat, Josep Rull; Salut, Antoni Comin; Empresa, Santi Vila; y Justícia, Carles Mundó; así como la del delegado del Govern en Madrid, Ferran Mascarell. En representación del Gobierno del PP tan solo han acudido el secretario de Estado de Infraestructuras Julio Gómez-Pomar.

En la finca ampurdanesa, donde amenazaba lluvia desde primera hora de la mañana, nadie se ha esforzado en disimular la profunda preocupación por los nubarrones políticos. “Nadie sabe como recomponer esta porcelana rota”, se lamentaba un invitado al ágape. Los empresarios han intercambiado la actualidad de sus compañías y han abordado a los políticos asistentes a los que les han pedido sin disimulo responsabilidad para rebajar el clima de crispación que creen acabará perjudicando a la actividad económica y al clima social.

Entre los asistentes estaban Rafael Villaseca (Gas Natural), Luca de Meo (Seat), Francisco Reynés (Abertis), Jaume Guardiola (Banc Sabadell), Jorge Gallardo (Almirall), Antoni Esteve (Esteve), Kim Faura (Telefónica), Mar Raventós (Codorníu), Joaquim Gay de Montellà (Foment), Antoni Abad (Cecot) y Josep González (Pimec). También hicieron  acto de presencia el presidente del PP catalán, Xavier García Albiol; el delegado del Consorci de la Zona Franca; Jordi Cornet; la líder de Ciutadans, Inés Arrimadas, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, la coordinadora general del PDeCAT, Marta Pascal, además de los expresidentes de la Generalitat, Artur Mas y José Montilla.

Fonteta ha servido para constatar que los políticos esta vez sí han pasado pantalla y se encaminan a un choque de trenes. Desde el Govern, con la convicción de que el 1-O habrá urnas o una gran manifestación en la calle y que pase lo que pase, ganará el independentismo. Desde el Ejecutivo de Madrid, con la seguridad de que no se permitirá un nuevo 9-N y para eso se usará toda la artillería del Estado. Los políticos ya no se esfuerzan en disimular que existe un espacio de diálogo en el que se pueden encontrar, compartir un delicioso plato a base de jabalí y una copa se vino. Este año ninguno de ellos ha querido salir en la fotografía. El diálogo se ha dinamitado y habrá que esperar hasta el post 1-O.