TENSIÓN EN LAS FILAS POPULARES

Un sector del PP plantea una tercera vía para la ley del aborto

El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, ayer, durante la sesión de control al Ejecutivo.

El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, ayer, durante la sesión de control al Ejecutivo.

PATRICIA MARTÍN
MADRID

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El PP asiste desconcertado al pulso que, entre bambalinas, están protagonizando Mariano Rajoy y Soraya Sáenz de Santamaría por un lado y el ministro Alberto Ruiz-Gallardón por el otro a partir de la reforma del aborto. La Moncloa ha optado por no aclarar por qué se ha aplazado de nuevo la aprobación en consejo de ministros del proyecto legislativo que Gallardón ha estado retocando durante meses, dado que su primera propuesta no logró consenso ni con la oposición ni en el seno de su propio partido. Elude confirmar también si se ha optado definitivamente por aparcar la polémica iniciativa.

Por su lado, Gallardón no hace nada por frenar los rumores sobre su posible dimisión en caso de que no se derogue la ley de plazos. Es más, ayer en el Congreso contribuyó a alimentar esa tesis en la sesión de control al Ejecutivo. «Es muy difícil saber dónde estaremos cada uno hoy, mañana o dentro de un año», dijo.

Así las cosas,  la mayoría de los dirigentes populares a los que la prensa les pregunta por el asunto y por la falta de respuesta del Gobierno se escabullen. Como mucho se limitan a contestar repitiendo el mantra oficial de «no hay novedades» sobre el proyecto. Pero en privado no ocultan la división de pareceres que existe en el PP sobre el modo en que debería resolverse esta crisis interna: mientras unos aplauden la posible retirada del proyecto, los más radicales avisan de las consecuencias de incumplir el programa electoral. Pero lo novedoso es que está engordando poco a poco un sector en el partido, que ya es amplio y  que clama por una tercera vía para salir del atolladero, que permita al PP cumplir el compromiso de reformar la ley, pero sin abrir frentes insalvables.

APROBAR UNOS MÍNIMOS / En esta línea, cargos y diputados conservadores consultados por EL PERIÓDICO creen que Rajoy debería optar por una vía intermedia entre la ley restrictiva que dibujó Gallardón y no hacer nada. Apuestan por que el Ejecutivo apruebe una ley similar a la de 1985, que permitió hasta 100.000 abortos bajo el paraguas de la afectación para la salud de la madre, un supuesto que el anteproyecto aprobado en diciembre acotaba al máximo. Este sector ve además con buenos ojos que se obligue a las menores a solicitar el permiso paterno y que no se castigue penalmente a las gestantes que aborten ilegalmente.  Con la aprobación de estos puntos, considerarían cumplida su promesa de terminar con la ley de plazos y se salvaría la cara de Gallardón, apuntan.

SIN TIEMPO / El problema de esta tercera vía es que apenas queda un año  para las generales, por lo que sería más una salida de cara al electorado más conservador que un proyecto con posibilidades de entrar en vigor en esta legislatura. Con respecto a Gallardón, en el partido se  interpreta de forma mayoritaria  que el ministro está echando un «pulso» a Rajoy que «le va a salir caro».  El ministro sigue defendiendo su propuesta y el debate generado. El grupo parlamentario le aplaudió ayer para que se sintiera arropado.